Finlandia es el tercer país europeo al que Rusia le corta el suministro de gas, después de Bulgaria y Polonia, por negarse a pagarlo con rublos en vez de euros. El 21 de mayo, la compañía finlandesa Gasum anunció la interrupción del abasto a ese país.
“Desde hoy, Gasum suministrará gas natural a sus clientes desde otras fuentes a través del interconector Balticconnector para la temporada de verano. Las estaciones de servicio de gas en el área de la red de gas de Gasum también están operando con normalidad”, explicó la compañía en un breve comunicado.
En respuesta Gazprom indicó que al concluir el 20 de mayo no había recibido el pago de Gasum que debía realizarse de conformidad con el Decreto del presidente de Rusia, Vladimir Putin del 31 de marzo.
El documento establece que los pagos por suministro de gas desde el 1 de abril deberán realizarse en rublos, a través de los nuevos datos de cuenta de los compradores.
En días previos al corte, Gasum anunció la posibilidad del corte, aunque garantizó a los usuarios un plan para prepararse para la situación, pero reconoció que puede enfrentar un desafío.
El corte del suministro ocurrió después de que Finlandia presentó su solicitud de adición a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), recordando que Rusia pidió cambiar las reglas de pago de gas a los “países hostiles”.