Los temores de una recesión mundial han llevado a los precios internacionales del petróleo por debajo de 110 dólares por barril, cuando apenas hace un mes rebasaban 125 dólares y se aproximaban a los 130 dólares por unidad; sin embargo, no existe garantía de que la tendencia a la baja sea duradera en el corto plazo.
“Los temores de recesión se han apoderado de los mercados, pero el cambio de humor es más bien hacía un optimismo menguante que de pesimismo creciente. No creemos ver una escasez duradera. El petróleo ruso aún encuentra compradores y los cargamentos simplemente hacen el viaje más largo hasta Asia, como lo confirman las últimas estadísticas comerciales chinas”, comentó Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation, del banco privado suizo Julius Baer.
El especialista prevé que los temores de recesión parecen amortiguar el estado de ánimo del mercado, que contrasta cada vez más con las semanas anteriores dominadas por preocupaciones sobre la oferta.
Europa inició un embargo sobre los hidrocarburos rusos, pero su impacto parece ser menor al esperado, pues Moscú envía su crudo a Asia, lo que hace que el déficit de suministro sea menor al que se temía.
Al cierre de la sesión de este jueves, el West Texas Intermediate tuvo una caída de 2.02 por ciento en relación con el miércoles y se ubicó en 104.05 dólares por barril, mientras que el Brent se redujo a 109.85 dólares por barril, lo que significó una reducción de 1.69 por ciento.
Uno de los factores adicionales que pesan sobre la demanda del hidrocarburo es el precio de los combustibles, pues se incrementaron las preocupaciones de que los altos precios de la gasolina pudieran estar reduciendo su demanda, comentó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
El miércoles por la tarde, el Instituto Americano del Petróleo, la organización de petroleros más grande de Estados Unidos, informó que los suministros del hidrocarburo aumentaron 5.6 millones de barriles en la semana que terminó el 17 de junio, mientras que, los inventarios de gasolina aumentaron 1.2 millones de barriles.