La calificadora Moody’s Investor Services reconoció la implementación de los estímulos fiscales aplicados por el gobierno federal a los combustibles en el país.
En una conferencia de prensa para dar a conocer los motivos por los que la calificadora redujo la calidad crediticia de México a Baa1, Renzo Merino, analista principal de la agencia para México, aseguró que fue un acierto implementar estos descuentos, pues esto ha permitido mantener a la inflación a un ritmo menor que en otros países.
Si bien el indicador elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) llegó a casi ocho por ciento, el país está lejos de la inflación de otras naciones, donde el indicador supera el doble dígito.
El gobierno federal ha implementado un descuento de 100 por ciento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por las últimas 19 semanas, mientras que también impulsa descuentos adicionales sobre el IVA o el ISR para que los gasolineros vendan el combustible a precios más bajos a los usuarios.
De acuerdo con el Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP), el costo de los estímulos fiscales para este año será de 535 mil millones de pesos y no alcanzará a ser cubierto por los excedentes petroleros.
Además, ya empezó a mostrarse el impacto en las finanzas públicas, pues en mayo, el gobierno federal tuvo una recaudación negativa de 10 mil 812 millones de pesos en el IEPS, lo que representó un incremento de casi dos mil por ciento en relación con el resultado de abril.
Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que en abril de este año la recaudación negativa se ubicó en 542.5 millones de pesos. El resultado de ese mes representó la primera vez que la recaudación se ubicó en negativos desde septiembre de 2014.