Hace algunos años mi paisano el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió a México y al mundo entero que se podía construir una refinería con poco presupuesto y en un periodo de dos años. Lamentablemente, como muchas de sus promesas, no se cumplió. Hoy, a casi cuatro años de ese 9 de diciembre de 2018 cuando se puso la primera piedra en Paraíso, Tabasco, ni se ha concluido ni está cerca de refinar petróleo, pero –eso sí– continúa siendo un barril sin fondo para los mexicanos.
El proyecto estrella de la 4T una vez más se encuentra en problemas. Después de que se inauguraron sus oficinas administrativas y un par de comedores se dieron cuenta que se requieren 6 mil 500 millones de dólares adicionales para poder continuar con su etapa constructiva. El flamante Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (PEMEX), integrado por el gabinete de primer nivel de la 4T y algunos consejeros “independientes” con nombramientos firmados por el propio presidente, ya que en el Senado fueron rechazados, aprobaron la semana pasada con voto mayoritario, mas no unánime, que se pidiera al Gobierno de México 5 mil 618 millones de dólares para continuar con las obras y 850 millones de dólares para su operación.
Dentro del Consejo de Administración de PEMEX existen diversos comités, entre ellos el de auditoría, el cual no está haciendo su chamba. Las sesiones no son públicas y no hay actas sobre el trabajo de fiscalización que deberían estar haciendo sobre la refinería de Dos Bocas. La seguridad energética no se alcanzará gastando casi 15 mil millones de dólares de nuestros impuestos para este capricho presidencial, se alcanzaría abriendo las puertas a la competitividad, obtener energía limpia y a precios accesibles en todos los rincones de México y respetando los acuerdos internacionales como el TMEC que ahora está en serios problemas.
“La seguridad energética no se alcanzará gastando casi 15 mil millones de dólares de nuestros impuestos para este capricho presidencial…”
Lo peor del caso, y a diferencia de la mayoría de las refinerías en el mundo, todo ese dinero sale de nuestros impuestos porque la Refinería Olmeca es financiada 100% con recursos públicos. Los expertos en materia energética y los propios trabajadores de PEMEX y de la Refinería han asegurado que será hasta 2026 que podremos ver en “funcionamiento” esta faraónica obra, siempre y cuando sus trabajadores no continúen con los paros laborales.
Esta semana nuevamente obreros de la compañía Cobsa – Torero estuvieron en paro por la falta de pago de sueldos y prestaciones, lo que se suma a otros 2 mega paros en solo lo que va del año. ¿Por qué tantas quejas de los trabajadores?, ¿dónde está el recurso para el capital humano? Nadie sabe lo que pasa en Dos Bocas.
Soy testigo de la ilusión de los más de 60 mil tabasqueños que hicieron largas filas para obtener un empleo en la obra más popular del sexenio; sin embargo, los sueños se vieron opacados porque la mayoría del personal contratado fue foráneo y los pocos locales que lograron conseguirlo lo hicieron en pésimas condiciones. No se les paga a tiempo ni lo que establece la ley y, lamentablemente, sus contratos ya empezaron a finiquitarlos.
Como Diputada de los tabasqueños y como mexicana sigo insistiendo en que los proyectos de la 4T necesitan planeación y transparencia porque, de lo contrario, seguirán siendo un barril sin fondo para los mexicanos.
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