En el reto de incrementar su producción para lograr los volúmenes establecidos en su plan sexenal, PEMEX tiene una gran oportunidad de desarrollar un yacimiento descubierto y con gran potencial de reservas ya comprobadas, como lo refleja su plan quinquenal presentado a la CNH. Se trata del yacimiento Zama, que contiene unos 700 millones de barriles de petróleo y fue descubierto por un consorcio liderado por la empresa Talos Energy en 2017.
En los planes y perspectivas que PEMEX presentó para el quinquenio 2023-2027, el yacimiento Zama se encuentra dentro de los primeros cinco proyectos prioritarios del listado de treinta y ocho de la cartera de extracción de hidrocarburos de PEMEX Exploración y Producción (PEP), conjuntamente con Ixachi, Quesqui, Ayatzil y Maloob.
En julio de 2017, los trabajos exploratorios de la empresa Talos Energy confirmaron que el bloque Zama tenía un importante potencial productivo y, muy probablemente, formaba parte de un solo yacimiento con el adyacente bloque Uchukil, asignación perteneciente a PEMEX, lo cual establecía por vez primera un precedente en la historia petrolera mexicana por ser el primer yacimiento compartido entre dos empresas operadoras, el cual –de acuerdo con normas internacionales del negocio petrolero– requiere de un acuerdo de unificación para su desarrollo y explotación.
Entre mayo y septiembre del 2020, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó el Dictamen confirmando que Zama y Uchukil conforman un mismo yacimiento. La Secretaría de Energía (SENER) aprobó que se continuara con el proceso de unificación e instruyó a PEMEX y a Talos Energy a lograr un acuerdo para la explotación conjunta.
La SENER estableció un plazo de 120 días para que las partes lograran dicho acuerdo y definieran cuál de las dos empresas sería el operador del campo, así como la relación de participación de cada una en las reservas del yacimiento. También dejó en claro que el hecho de ser el operador en un proceso de unificación no otorga atribuciones para imponer unilateralmente las decisiones sin considerar la opinión y participación del socio. Por supuesto, tampoco otorga prioridad ni ventaja alguna en el reparto de los hidrocarburos extraídos o las utilidades obtenidas.
PEMEX ha asegurado que la operación de Zama debe ser catalogada como un tema de interés nacional por el potencial de convertir a la zona en un polo de desarrollo. Talos Energy ha destacado su capacidad tecnológica y de inversión para desarrollar el campo y se ha declarado listo para comenzar en corto plazo con la explotación de este.
En julio de 2021, después de revisar los argumentos relacionados con la experiencia en la operación de campos en aguas someras y sus respectivas capacidades de producción, transporte y comercialización de ambas empresas, la SENER decidió asignar la operación de este campo a PEMEX, creando la subsidiaria PEMEX Zama como empresa operadora, con una participación del 82,65% de PEMEX y 17,35% de Talos Energy. Posteriormente, Talos Energy informó a sus inversionistas que estaba trabajando activamente con PEMEX y sus socios para finalizar el Plan de Desarrollo de Campo de Zama, con el objetivo de presentarlo a la CNH a más tardar en marzo de 2023, según lo requerido en la resolución de unificación de la SENER emitida en marzo del 2022.
PEP considera que la primera molécula de producción se logre en el primer semestre de 2024 y así se lo informó a la CNH, estimando que la producción del campo alcanzará los 180.000 bpd, lo que representa un 11% de su producción actual. También señaló que hasta el momento existen cuatro pozos de exploración que soportan las estimaciones iniciales de reservas reportadas por Talos Energy en su momento y que el plan de desarrollo contempla la conexión de dichos pozos a fin de disponer de manera temprana de su producción, estimada en el orden de 6,000 bpd por pozo.
Zama es considerado uno de los diez descubrimientos de petróleo más grandes de la historia del país. Talos reportó haber invertido más de 100 millones de dólares en el proyecto e indicó que los gastos operativos seguirán siendo mínimos en tanto no se materialice el acuerdo de unificación para operar el campo.
“La decisión de la SENER ha dado a PEP la posibilidad de incorporar producción a una velocidad mayor que cualquiera otra oportunidad existente”.
La decisión de la SENER ha dado a PEP la posibilidad de incorporar producción a una velocidad mayor que cualquiera otra oportunidad existente. Las instalaciones en esa zona de aguas someras tienen suficiente capacidad para que la producción de aceite y de gas pueda ser administrada sin generar mayores inconvenientes de contaminación y venteo, además son pozos menos profundos, lo que significa menores costos y mayor facilidad para lograr más eficiencia en su perforación y terminación.
Materializar el acuerdo de unificación con Talos, darle personalidad jurídica a la subsidiaria Pemex Zama y crear el equipo necesario para administrar este proyecto con un criterio de Administración Integrada de Activos son prioridades que pueden tomar el primer semestre del año 2023 y así poder iniciar las operaciones en el segundo semestre para lograr cerrar el año con un importante volumen de producción adicional, tal como lo estima PEMEX en su plan quinquenal.
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