Gracias al apoyo continuo de políticas para las energías renovables, se instalaron alrededor de 50 gigawatts (GW) de energía eólica y solar en la Unión Europea durante 2022, lo que significó un récord.
Lo anterior evitó una demanda de alrededor de 11 mil millones de metros cúbicos (mmm/mc) de gas natural en el sector eléctrico, “el mayor impulsor estructural de la reducción de la demanda de gas”, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE).
En su más reciente informe, esta vez sobre el consumo energético en la región de Europa en el contexto de la crisis que ha golpeado a la zona, la Agencia analiza los factores que han influido para que la demanda de gas natural haya caído a niveles récord durante el 2022.
“Tras la invasión rusa de Ucrania y el aumento de los precios de la energía, la demanda de gas natural en la Unión Europea cayó en 2022 en 55 mmm/mc, o un 13 por ciento, su caída más pronunciada en la historia”, apuntó el organismo.
Explicó que dicha merma equivale a la cantidad de gas necesaria para abastecer a más de 40 millones de hogares.
En su documento “La crisis energética de Europa: ¿Qué factores impulsaron la caída récord de la demanda de gas natural en 2022?”, justamente la Agencia evalúa la manera en que los cambios en la combinación energética, la actividad económica, el clima, los cambios de comportamiento y otros factores fueron responsables del “cambio drástico” en el consumo del gas.
El secretario general de la AIE, Fatih Birol, había apuntado anteriormente que es importante dar crédito a los gobiernos por la manera en que respondieron a la gran y compleja crisis energética.
En ellas, enumeró las medidas de política pública, como los planes de apoyo a las energías renovables, las subvenciones y los préstamos preferenciales para la modernización de viviendas y las instalaciones de bombas de calor, junto con campañas para fomentar el cambio de comportamiento, desempeñaron un papel importante en la moderación de la demanda de gas.
La Agencia también destacó que el rápido ajuste a las menores exportaciones de gas ruso y los precios más altos fue posible gracias a décadas de reformas e iniciativas políticas que permitieron a los grandes consumidores reducir su consumo, buscar la sustitución de importaciones y recurrir a suministros alternativos a través de una red de gas europea “bien engranada”.
No obstante, aclaró, sigue existiendo un intenso debate en la comunidad de la Eurozona sobre qué peso se debe asignar a cada factor en la reducción de la demanda de gas.
De acuerdo con el reporte, la generación eléctrica fue el único subsector en el que la demanda de gas superó los niveles de 2021.
En este sentido, el apoyo continuo de las políticas públicas para las energías solar y eólica derivó en que se instalaron en Europa alrededor de 50 GW en 2022, lo que se consideró como un récord.
En cuanto a la energía nuclear e hidroeléctrica, encontró que las fuertes caídas interanuales en la producción de energía nuclear e hidroeléctrica impulsaron la demanda de energía a gas, lo que llevó a un pequeño aumento neto general en la demanda de gas en el sector eléctrico.
Aunado a lo anterior, se presentó en el año una menor demanda de energía eléctrica, la cual cayó alrededor de 3 por ciento en el año. Esto significó que se evitaron alrededor de 14 mmm/mc de demanda de gas.
Respecto a esto último, apuntó que el clima desempeñó un papel en la reducción de la demanda de electricidad, a pesar de que las temperaturas más altas del verano y las condiciones de sequía impulsaron la generación de energía a gas en algunas partes de Europa.
En el informe, la Agencia también expuso que el uso del gas natural en edificaciones, tanto residenciales como públicas, se redujo en 28 mmm/mc con respecto al volumen de 2021, en tanto que en la industria lo hizo en 25 mmm/mc.