La Comisión Federal de Electricidad (CFE) construirá los tramos de dos gasoductos a cargo de empresas privadas que se desviarán de su ruta planeada originalmente, derivado de negociaciones con las comunidades locales y cumpliendo con el compromiso presidencial de respetar esas tierras.
Para ello, la compañía eléctrica estatal bajo la dirección de Manuel Bartlett Díaz podría llegar a invertir hasta 315 millones de dólares.
Sin embargo, en conferencia de prensa celebrada esta mañana, Miguel Reyes Hernández, director general de CFEnergía y CFE Internacional, ambas filiales de la CFE, aclaró que por el momento es aventurado dar un monto de inversión porque por ahora se está haciendo la estimación, pero refirió que un kilómetro de ducto puede costar entre un millón y un millón y medio de dólares, dependiendo el tipo de terreno.
Por ello, solicitó esperar a que se presente la propuesta ante el Consejo de Administración de CFE y, en su momento, el monto sea anunciado de manera formal.
Lo que sí explicó es que uno de los tramos “re-rutados” pertenece al gasoducto Guaymas-El Oro, en la parte que pasaría por la comunidad de Loma de Bacum, Sonora, donde se asientan comunidades yaquis, tramo que tendría una longitud de entre 70 y 90 kilómetros.
Guaymas-El Oro es el segundo segmento del ducto Sonora, a cargo de Sempra, antes IEnova.
El segundo tramo desviado pertenece al gasoducto Tuxpan-Tula, el cual ocasionó protestas sociales de comunidades de Hidalgo y Puebla, por lo que hay un tramo de entre 90 y 120 kilómetros que se reubicará.
El ducto Tuxpan-Tula es un ramal de 276 kilómetros del gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan, a cargo de la empresa TC Energía (antes TransCanada), que llevará gas a Tula, Hidalgo, pasando por Veracruz y Puebla.
En total, la CFE invertirá unos 310 millones de dólares de recursos propios para la construcción de hasta 210 kilómetros de ductos.
En agosto de 2020, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hizo el compromiso de respetar las tierras de algunas comunidades indígenas que se habían opuesto a la construcción de estas obras, argumentando que afectan zonas consideradas por ellas como sagradas.
Dada la problemática social, el mandatario federal expresó su desacuerdo en que la CFE pagara a las empresas privadas por obras que no se completaban, amparadas bajo la figura de “fuerza mayor”.
En el encuentro con medios, Reyes Hernández también comentó sobre otros proyectos de la Comisión, entre ellos, reiteró el gasoducto del Istmo de
Tehuantepec que alimentará con gas a la planta de licuefacción proyectada en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, de donde se re exportará el energético.
Otro proyecto es el gasoducto que hacia San Luis Río Colorado, Sonora, y Mexicali, Baja California, que puede pasar por Estados Unidos o por México.
Y también mencionó que la CFE está negociando con empresas la infraestructura faltante para garantizar gas en la Península de Yucatán, tanto para las centrales de generación eléctrica ya existentes y nuevas plantas programadas para 2024.