Si bien la Comisión Reguladora de Energía (CRE) entregó más de 500 permisos el año pasado, y podría alcanzar una cifra similar este año, el órgano de gobierno seguirá arrastrando las autorizaciones rezagadas de años anteriores, coincidieron analistas del sector hidrocarburos.
Durante la mesa CRE: Más dura o cumpliendo su papel, realizada durante la “Semana del Combustible”, Santiago Arroyo, CEO de Ursus Energy, comentó que el año que entra el ciclo electoral podría interrumpir los avances de la CRE en materia de otorgamiento de permisos.
De acuerdo con Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación en México Evalúa, de 2016 a la fecha el otorgamiento de permisos en materia de petrolíferos se ha reducido 57 por ciento.
La especialista añadió que en 2020, el Banco de México y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) señalaron que existía un mercado para abrir al menos cinco mil estaciones de servicio adicionales en el país, pero el avance se ha limitado a 500 por año, a lo que se suma la transición hacia la electromovilidad, lo apunta a una “caducidad” para esta cifra.
La especialista coincide en que la CRE ha sido un instrumento de uso político, pues otorga el privilegio a la marca Pemex para darle una mayor participación en el mercado. “Desde el punto de vista de la competencia económica no es muy positivo”, comentó.
En su intervención, Daniela Suárez, directora del Departamento Jurídico de GRUPO CIITA, aseguró que los protocolos que sigue la CRE son poco ortodoxos, lo que abona a la incertidumbre regulatoria para el sector.