La semana pasada, la Comisión Nacional de Hidrocarburos aprobó el plan de trabajo para el desarrollo de Trion, un mega yacimiento en aguas ultraprofundas del Golfo de México. El potencial no es menor, se prevé que en el mediano plazo este activo pueda generar 110 mil barriles diarios de petróleo, situación que lo ubicaría como el quinto yacimiento más grande del país, después de una inversión por la friolera de 10 mil 400 millones de dólares.
En este proceso están involucrados Pemex y Woodside Energy, quienes son los socios mayoritarios del activo.
Lo curioso es que el desarrollo y la inversión de este campo es posible debido a la Reforma Energética de 2013, en la que se estableció, junto con las rondas petroleras, la licitación para el llamado “farmout”, que consiste en que Pemex se asocie con una empresa que cuente con experiencia en donde la petrolera estatal tiene áreas de oportunidad, para aprender e impulsar el desarrollo de la extracción del hidrocarburo.
Pero, shhh… no lo cuenten muy alto, porque los pueden escuchar en Palacio Nacional.
Acción y reacción
Hace no mucho hubo una conferencia de prensa en Petróleos Mexicanos, donde el director general de la empresa, Octavio Romero, aseguró que las afectaciones después de los dos accidentes de julio, tanto ambientales como en la producción, eran menores y ya habían sido controlados, resulta que el león no es como lo quiso pintar.
El incendio del 7 de julio en la plataforma Nohoch-A, del complejo Cantarell, la producción de gas natural seco cayó 13.6 por ciento en julio en su comparación mensual, para ubicarse en mil 821 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), unos 287 mmpcd que se dejaron de producir en ese lapso.
Con ello, la petrolera registró su volumen histórico más bajo, al menos, de la última década, según cifras oficiales. Tal vez la gravedad del accidente fue mucho más grande de lo que quieren admitir.
Mantenimiento en refinerías
El presidente de la República informó el viernes pasado que el Sistema Nacional de Refinación ha recibido 70 mil millones de pesos en inversiones para reparación y mantenimiento de las seis plantas existentes; sin embargo, no mencionó en qué periodo se han destinado dichos recursos.
Cómo no va a ser todo ese dinero, si nada más entre 2022 y lo que va de este 2023, únicamente en refinerías, a Pemex le hemos contado por lo menos diez incidentes, incluido uno en Dos Bocas en junio pasado. Y eso que todavía no la acaban.
Justamente hace un mes, Pemex publicó su Reporte Anual de Sustentabilidad, el cual reveló que la petrolera ha elevado en 40 por ciento su índice de accidentes por hora-hombre en todas las áreas, en comparación con el nivel que tenía al inicio del sexenio, además de ubicarse 60 por ciento por encima de la media internacional.
Así que ya no sabemos si el monto dado a conocer por el jefe del Ejecutivo federal es para presumirse, o para sonrojarnos de la pena.