Japón inició con el vertido de agua contaminada por el accidente nuclear en la planta Fukushima Daiichi, registrado en marzo de 2011; sin embargo, el vertido del líquido al océano no es peligroso.
De acuerdo con pruebas realizadas por Tokyo Electric Power Co., la empresa que opera la central nuclear, el agua vertida contiene alrededor de 63 becquereles (unidad que mide la actividad radiactiva) de tritio por litro, muy por debajo del límite de agua potable considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 10 mil becquereles por litro.
Según una investigación publicada por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, el tritio es un isótopo radioactivo del hidrógeno que se considera inofensivo.
Esto se debe a que emite niveles muy débiles de radiación y no se acumula o concentra dentro del cuerpo humano.
Por otro lado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también emitió un comunicado, aclarando que su análisis in situ había confirmado que la concentración de tritio estaba muy por debajo del límite. “No habrá ningún efecto sobre la salud”, aseguró el organismo.
La investigación, presentada por Teresita de Jesús Contreras, del Centro de Documentación y Divulgación Científica del ININ, apunta a que algunos expertos han señalado que las centrales nucleares de otros países, incluido China, han liberado tritio diluido al mar durante décadas sin incidentes.
“Las plantas de energía nuclear en todo el mundo han vertido rutinariamente agua que contiene tritio durante más de 60 años, sin dañar a las personas ni al medio ambiente, la mayoría en niveles más altos que los previstos para Fukushima”, ha precisado Tony Irwin, profesor asociado honorario de la Universidad Nacional de Australia.
Desde el accidente, la central nuclear de Fukushima Daiichi necesita agua para enfriar constantemente el combustible fundido y los restos de combustible.
Además del agua bombeada, también penetran aguas subterráneas procedentes del entorno, y el agua de lluvia cae dentro de los edificios del reactor y la turbina dañados. Cuando el agua entra en contacto con el combustible fundido, los restos de combustible y otras sustancias radiactivas, se contamina.
OIEA supervisa
De acuerdo con la investigación, Japón pidió al OIEA que examine los aspectos relacionados con la seguridad de la manipulación del agua tratada mediante el ALPS.
El Grupo de Tareas examinará los planes de descarga y las actividades conexas del gobierno de Japón y TEPCO, de acuerdo con las normas de seguridad del OIEA y realizará actividades de monitorización independiente de las fuentes y del medio ambiente para corroborar los datos publicados por el gobierno de Japón y de TEPCO.