¿Recuerda usted que había un emplazamiento de Estados Unidos y Canadá para un panel de controversias por el tema energético, causado por la política en la materia que impulsó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de la mano de Manuel Bartlett Díaz, el director de la CFE?
Bueno, resulta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó recientemente la inconstitucionalidad del orden de despacho de electricidad por contratos de suministro con compromiso de entrega física que planteaba la reforma que definitivamente anteponía la energía cara y sucia de la Comisión Federal de Electricidad por sobre la más barata y limpia de las centrales renovables privadas.
Las reformas del presidente siguen detenidas por los amparos, por otros temas como los bloqueos administrativos en los permisos y otros relativos a política energética; sin embargo, la decisión de la Corte es un paso hacia adelante para evitar un mayor daño en la relación con nuestros principales socios comerciales.
Pero nada está definido aún. En la Corte sesionan tres ministras aliadas a la política del jefe del Ejecutivo federal y, de ganar las elecciones, la candidata del partido oficialista continuará con la Cuarta Transformación, según ha prometido. Nosotros, por lo pronto, seguiremos observando.
Los impuestos, patrocinadores de las ganancias de Pemex
En la Torre de Pemex echaron las campanas al vuelo por agenciarse una ganancia neta anual de 110 mil millones de pesos, hecho que resulta muy bonito en el papel, pero como siempre, el diablo está en los detalles y la petrolera se encamina cada vez más a convertirse en una carga fiscal a costa de los bolsillos de los mexicanos que en una empresa que aporte al país.
Aquí un dato muy claro: es correcto que la ganancia en 2023 fue de 110 mil millones de pesos, pero también es cierto que la aportación del Derecho por la Utilidad Compartida de Pemex, un impuesto que paga la empresa por las ganancias que obtiene de cada barril, se cayó 184 mil 795 millones de pesos.
Este resultado fue provocado principalmente por dos factores: el primero de ellos es la reducción en la tasa del DUC, pero el segundo es que nada más en el cuarto trimestre del año pasado, Hacienda le perdonó a Pemex 86 mil 600 millones de pesos en derechos.
Vamos, Pitágoras no miente y es evidente que la ganancia de la petrolera va con cargo al erario, léase, Pemex no mantiene al país, es el país quien mantiene a Pemex.
En este escenario será interesante escuchar qué tiene que decir la directiva ante los inversionistas nacionales y extranjeros sobre Pemex, cuyo rescate ha salido en más de un billón de pesos. Pero lo más importante es saber qué cuentas entregarán al pueblo de México.
¿Y los barriles de Dos Bocas?
En Pemex prometieron que Dos Bocas, la refinería que ya no sabemos cuántas veces ha sido inaugurada, estaría produciendo al 100 por ciento a finales de marzo.
Eso lo dijeron a principios de este año, pero apenas en el conference call con inversionistas, realizado el 27 de febrero, el director de Pemex, Octavio Romero, se tuvo que volver a tragar sus palabras y dijo que la refinería “empezará a producir en las próximas semanas”, pero sin especificar cuántas. Sólo recordemos que cada año tiene aproximadamente 52 semanas, porque si no nos falla la memoria, la planta “Olmeca” se inauguró, la primera vez, en julio de 2022.