La industria química y petroquímica del país pidió que el próximo gobierno revise la normatividad para los permisos de importación de materias primas para este sector, así como una regulación con base en criterios técnicos y científicos.
La Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), en voz de su presidenta Claudia Márquez, expuso ante los representantes en temas de economía de las candidatas y el candidato a la presidencia de la República, algunas propuestas para el desarrollo del sector químico y petroquímico en México.
Uno de ellos se refiere a las limitaciones que la actual administración federal ha impuesto para los permisos de importación de petrolíferos y petroquímicos por lugares distintos a los autorizados (LDA).
“Generar regulaciones sobre bases técnicas y científicas, ya que hoy en día este no es el principio sobre el cual se regula la industria, generando problemas operativos, incrementando costos y generando incertidumbre jurídica”, dijo Márquez.
La ANIQ recibió a los representantes de las candidatas presidenciales Marcelo Ebrard Casaubón por parte de Claudia Sheinbaum Pardo; Ildefonso Guajardo de Xóchitl Gálvez Ruiz, y Laura Ballesteros de Jorge Álvarez Máynez, en el marco de la LXV sesión de Asamblea Ordinaria de asociados, con la intención de presentar los retos de la industria y sus propuestas, así como escuchar de las plataformas políticas de los aspirantes a la Presidencia.
Cabe recordar que en junio de 2021, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) había emitido en las Reglas Generales de Comercio Exterior la disposición de que las personas físicas y morales que realizaran actividades de importación de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos ya no podrían hacerlo por puntos de internación distintos a los que se especificaban en sus permisos, pero esta nueva disposición no aplicaría a las empresas del Estado, concretamente Petróleos Mexicanos (Pemex) y sus subsidiarias y filiales.
Sin embargo, en octubre del mismo año, el SAT, aún bajo el mando de Raquel Buenrostro Sánchez, reculó y volvió a modificar las Reglas para abrir nuevamente esta posibilidad a los privados, pero endureció los requisitos.
En este mismo sentido, la ANIQ pidió a los representantes de los candidatos reglas claras y, además, respeto a los organismos autónomos.
“Respetar las atribuciones jurídicas que tienen las dependencias en regulación y verificación a la industria”, expresó Claudia Márquez, quien también solicitó un desarrollar un marco regulatorio promotor de la inversión y “que no limite al comercio”.
Energías renovables y gas
Entre las peticiones que la ANIQ planteó, se encuentra un suministro de electricidad confiable pero sobre todo impulsar las energías renovables para con ello evitar la imposición de los llamados impuestos ambientales a las exportaciones.
“Proveer el desarrollo de energías renovables fundamentales no solamente para atender los requerimientos de la propia industria y sus clientes, sino para evitar la imposición de impuestos ambientales a nuestras exportaciones, y para poder cumplir con los compromisos internacionales que ha contraído México”, alertó la Asociación.
Respecto al gas natural, Márquez destacó la importancia de incrementar su producción particularmente en la zona sur-sureste, no solo para disminuir la dependencia en las importaciones, sino para obtener los insumos petroquímicos que requiere la industria.
Igualmente subrayó la necesidad de incrementar la capacidad de separación de gas natural para obtener un suministro confiable de las principales materias primas la industria química, como el etano, amoniaco, propileno y óxido de etileno.
Para dimensionar la importancia de la industria química y petroquímica en la economía del país, la presidenta de la Asociación refirió que actualmente representa 2.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que se ubica como el segundo sector industrial más relevante.
“Tiene un potencial de inversión de entre 45 y 55 mil millones de dólares para los próximos 15 años, que le permitiría incrementar su participación en el PIB al 4.5 por ciento, que es el nivel actual que los países desarrollados tienen”, señaló Márquez.
Agregó que estas inversiones permitirían reducir el déficit comercial del sector y permitiría la reactivación de las zonas sur-sureste con la creación de 230 mil empleos directos e indirectos.
También ayudarían a ampliar la oferta de materias primas para las empresas de otros sectores que están aprovechando la oportunidad que ofrece el nearshoring.