En el primer círculo de Claudia Sheinbaum andan brincando en un pie porque en las manos traen una papa caliente y no ven la forma en cómo deshacerse de ella. Y esa papa es el famoso 54-46 por ciento de participación en el sector eléctrico que estableció el presidente de la República en favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Bueno, pues el equipo de la candidata por la coalición “Sigamos Haciendo Historia” no sabe qué hacer con ese tope para enfrentar el enorme reto de inversión que ella misma se ha impuesto en caso de ganar.
Y es que Claudia prometió invertir 13.5 mil millones de dólares en generación eléctrica y para modernizar las hidroeléctricas de la empresa estatal, además de la meta de agregar 80 gigawatts de renovables al sistema, todo esto al 2030. Y a Marcelo Ebrard, representante de Sheinbaum ante empresarios, le tocó la tarea de ver cómo sumar al sector privado a este monumental reto bajo el esquema de los porcentajes de participación. Nada fácil.
Por ello, cada vez que puede, Ebrard urge a los empresarios a reunirse para analizar cómo se manejará dicho esquema pero a la voz de ya porque, según dice, desde el primer día de gobierno se tienen que empezar a aplicar esas inversiones.
La pregunta es, ¿confiarán los capitales en Claudia y Marcelo?
Futuro de la “utilidad” de CFE para sus clientes
Los costos de generación y almacenamiento con energía solar para uso doméstico y comercial están bajando a niveles acelerados, así que en unos años será más barato contratar paneles fotovoltaicos con baterías que pagar un recibo que, en no pocas veces, tiene una mala lectura de los medidores.
El costo de almacenamiento de energía en generación distribuida descendió 30 por ciento en un año y los paneles ofrecen un retorno de inversión (ROI) de menos de cuatro años para dejar de pagar el recibo.
A ese ritmo, es cuestión de tiempo para que bajarle el switch a la CFE de Manuel Bartlett Díaz sea cada vez más constante.
Pemex y sus incendios
Y los que andan a salto de mata son los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) con tanta explosión e incendios que se presentan en sus instalaciones.
Todavía no se recuperaba la empresa bajo el mando de Octavio Romero Oropeza del incendio en la refinería de Minatitlán del pasado viernes, cuando ya el sábado la planta catalítica de la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, estaba lanzando llamas.
Como ya ha sido costumbre, ni la petrolera ni la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) se han pronunciado por ninguno de los dos incidentes, pero últimamente don Octavio ha estado presumiendo su Plan de Sostenibilidad que, entre otros puntos, asegura que refuerza la estrategia de seguridad industrial y salud en el trabajo de la empresa.
La verdad es que nosotros no dudamos de que así vaya a hacer, pero sugerimos que lo pongan en marcha lo más pronto posible porque los “incidentes” en las distintas instalaciones de Pemex siguen siendo muy constantes. Es solo sugerencia.