Los días 7, 8 y 9 de mayo pasados se presentaron cortes de energía eléctrica en la mayoría de los estados de la República mexicana, con interrupciones en el servicio durante los días posteriores. El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ha estado emitiendo ya con cierta regularidad Estados Operativos de Emergencia y todo ello ante las oleadas de calor que han azotado a prácticamente todo el territorio nacional en este año particularmente cálido.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) explicó que ante los incrementos de la temperatura, el Sistema Eléctrico Nacional tuvo “problemas de incapacidad” para atender los picos de la demanda, aunque aclaró que el sistema nunca estuvo en riesgo.
Esta situación llevó al cuestionamiento de si México podría estar en ruta hacia la “venezuelización” de su sistema eléctrico; esto es, un estado permanente de insuficiencia en el suministro de energía.
De acuerdo con cifras oficiales, Venezuela cuenta con una capacidad instalada de aproximadamente 30 gigawatts (GW), dividida en partes más o menos iguales de térmica fósil e hidroeléctrica, de esta última el mayor porcentaje lo proporciona la presa Guri. Sin embargo, el sistema opera a solo 20 por ciento de su capacidad, según datos de 2022, principalmente por el deterioro y la prolongada falta de mantenimiento en las instalaciones.
Cabe recordar que el sistema colapsó en 2019, dejando sin luz a toda la nación sudamericana por varios días. En este 2024, el gobierno ha implementado un programa de apagones escalonados que duran varias horas.
Al respecto, consultamos con mujeres y hombres líderes de opinión para saber si, desde su perspectiva, México podría estar en riesgo de “venezuelizarse” en materia eléctrica. Esto fue lo que nos compartieron.
Sergio Sarmiento
Periodista, escritor y analista
Claramente ha habido una inversión insuficiente en generación, transmisión y distribución desde 2019. En este momento los márgenes de reserva del sistema eléctrico nacional son muy pequeños. Estamos teniendo ya apagones programados cuando la demanda rebasa la oferta. Todavía falta mucho para que lleguemos a apagones generalizados, como en Venezuela. Pero el nuevo gobierno tendrá que hacer inversiones cuantiosas o permitir que las hagan las empresas privadas. Si no, el deterioro del sistema continuará y los apagones se harán más constantes.
Lourdes Melgar
Exsubsecretaria de Hidrocarburos y académica
México no es Venezuela. En términos de seguridad y Estado de derecho, el riesgo es que se extienda el desgobierno y la violencia que impera en Guerrero. En materia energética es más válida, ya que bajo el Chavismo y la 4T se han privilegiado las decisiones ideológicas sobre las técnicas, desmantelado instituciones, desinvertido en infraestructura y mantenimiento crítico, e impulsado políticas petroleras de los años 70s. A veinte años, los estragos en Venezuela son notables: desabasto eléctrico, desplome de la producción petrolera, desarticulación de la industria energética que en lugar de generar riqueza reproduce pobreza, escasez de productos básicos y medicamentos. En México, los crecientes apagones, accidentes en plataformas, la caída en la producción petrolera, el endeudamiento de Pemex, muestran una clara tendencia, resultado de políticas públicas que de mantenerse darían peores resultados pues nuestra matriz energética está aún más carbonizada.
Ana Paula Ordorica
Periodista y columnista
Considero que hablar de “venezualizarnos” y/o “cubanizarnos” puede sonar muy drástico. Creo que estamos avanzando en sentido contrario del que han emprendido los países desarrollados y con ello desperdiciamos las enormes y posiblemente irrepetibles oportunidades que se le han presentado a México en el contexto geopolítico actual.
Macario Schettino
Economista y escritor
Sí, México corre el riesgo de que el sistema eléctrico no pueda avanzar a la velocidad necesaria, y por lo tanto, se convierta en el lastre de toda la economía. Ya estamos en el punto en el que la demanda no puede cubrirse, pero ésta seguirá creciendo, de manera que sin inversiones suficientes y sin apertura al sector privado, la oferta ya no podrá alcanzarla.
Sergio Negrete Cárdenas
Economista y comunicador
Hay que tener cuidado con las expresiones de que México puede parecerse a Venezuela o Cuba en materia de energía, pero es absolutamente correcto decir que la deriva autoritaria y estatista representa un peligro grave para la economía. Ya lo estamos viendo con las pérdidas financieras astronómicas de Pemex, sobre todo en refinación, y los problemas con los apagones de luz y la falta de electricidad en oferta suficiente y a precios competitivos para la industria. Este gobierno ha destruido lo que era un sector eléctrico pujante y atractivo para la inversión extranjera y tomará años corregirlo. Pero primero hay que iniciar ese proceso de recuperación de un mercado competitivo con la confianza de inversionistas. No necesitamos llegar al grado de Cuba o Venezuela para tener severos daños económicos, y eso ya lo estamos viviendo hoy.
Brenda Estefan
Analista en geopolítica y negociación internacional
Durante la actual administración la inversión en el sector energético, especialmente en el ámbito eléctrico, se ha quedado completamente rezagada. Además, el 36.7% de los hogares mexicanos sufre de pobreza energética, es decir, no tienen acceso a energía de forma consistente y confiable o, de plano, no tienen energía. Esta situación es comparable a la de países con economías significativamente más pequeñas que la de México. La combinación de una red eléctrica frágil, insuficiente y desatendida, el incremento de temperaturas por el cambio climático que hace que la población demande más energía, y la urgencia de abordar la pobreza energética crea una situación crítica. Si el próximo gobierno no toma acciones contundentes, será inevitable que veamos más y más severos apagones en el país.
Jorge Castañeda
Economista, historiador y ex diplomático
Yo creo que los cortes de electricidad no son en México del tipo que han sucedido en Cuba, o incluso en Venezuela, hace un par de años. En Cuba, simplemente hay una enorme deficiencia de capacidad de generación en parte por la antigüedad de las generadoras y en parte por la falta de combustible porque ya no tienen dinero para pagar por las importaciones de crudo. En el caso de Venezuela es un poco parecido; aunque es un gran productor de petróleo, obviamente los apagones fueron muy frecuentes por la incapacidad de alimentar las plantas generadoras de electricidad y también por la necesidad de exportar crudo a toda costa y la escasa capacidad de refinación. En el caso de México, hasta donde yo entiendo, hay un problema, uno, de falta de capacidad de generación que es lo más importante porque en este sexenio simplemente no aumentó, estamos más o menos en los mismos niveles de alrededor de 50 mil megawatts. En los seis años, aunque la economía creció muy poco, algo sí aumentó la demanda. Dos, hay un problema de transmisión y de distribución, pero esto sin que se pueda resolver rápidamente, sí tiene solución en un plazo relativamente breve de dos o tres años. Por lo tanto, yo no creo que estemos en vísperas de una “venezuelización” o “cubanización” inminente, pero sí no quita que un país que se había orgullecido de su capacidad de generación de electricidad a la par del crecimiento de la economía durante casi ya 80 años, ahora se ve en una situación inversa, es decir, la economía crece más que la capacidad de generación.
Leonardo Curzio
Comunicador y analista político
Yo no sé si Venezuela sea el comparativo más pertinente. A mí me ha tocado también ver apagones programados en República Dominicana. Creo que estamos ante un tema clásico de eficiencia gubernamental, que en América Latina se ha descuidado, porque todo pasa por el prisma de la ideología: los aeropuertos, el sistema eléctrico, la edificación de infraestructura.