Las exportaciones adicionales de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos desplazan más energías renovables en el mundo que carbón, fue uno de los hallazgos del estudio elaborado por el Departamento de Energía (DOE) de la Unión americana sobre las exportaciones de ese energético.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, expuso en una carta abierta la importancia del estudio, que se elaboró desde enero de 2024, en el que resalta también el interés público del gobierno de su país en los impactos que tiene el considerable aumento de los envíos del GNL hacia el extranjero.
“Si bien algunos promocionan el GNL como un medio para reducir el uso de carbón en el extranjero (y hasta la fecha ese ha sido el caso con algunos países importadores), el estudio presentado hoy muestra un mundo en el que las exportaciones adicionales de GNL de EE. UU. desplazan más energías renovables que al carbón a nivel mundial”, apuntó la funcionaria federal.
Explicó que el estudio contempla cinco escenarios con respecto a las exportaciones del gas. En cuatro de ellos se encontró que los niveles actualmente autorizados de exportaciones del GNL son más que suficientes para satisfacer la demanda mundial.
Aumento global de las emisiones
En el documento, dado a conocer este martes, el DOE aborda también el impacto climático global de continuar Estados Unidos con los altos volúmenes de gas exportado, tomando en cuenta asimismo los gases de efecto invernadero (GEI).
“En cuarto lugar, el impacto climático de las exportaciones cada vez mayores de GNL merece un enfoque cercano y riguroso, especialmente en un mundo que necesita reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero sustancialmente en todos los ámbitos para cumplir con nuestro compromiso global de limitar el calentamiento a 1,5 °C”, dijo Granholm.
Advirtió que si las exportaciones de GNL de Estados Unidos superan los niveles actualmente autorizados, las emisiones directas anuales asociadas a estas exportaciones en 2050 –sin considerar los efectos de mercado del gas exportado– serían de 1.5 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, o poco más del 25 por ciento de las emisiones anuales actuales de gases de efecto invernadero de los EE.UU.
En el mismo sentido, el estudio determinó que en el conteo de las emisiones de GEI de la industria del GNL se deben incluir las actividades de cargamento y transporte, así como actualmente se hace en la extracción, transporte intermedio y licuefacción del gas.
“La contabilización de la intensidad de GEI de los cargamentos de GNL debería ser una consideración central para las operaciones futuras del programa DOE y del comercio mundial de GNL en general”, subrayó la secretaria.
Como ejemplo, indicó que un proyecto de GNL que exporte 4 mil millones de pies cúbicos por día, considerando sus emisiones directas del ciclo de vida, produciría más emisiones anuales de GEI por sí solo que 141 de los países del mundo en 2023.
Exportaciones y aliados
Jennifer Granholm tocó el tema del aspecto estratégico del gas para la política exterior de Estados Unidos.
Al respecto, afirmó que para otorgar autorizaciones futuras para las actividades de exportación del GNL deberá considerarse hacia dónde se dirigen los cargamentos, “con un enfoque sólido y duradero”.
“En los últimos años, el GNL estadounidense ha demostrado ser fundamental para nuestros aliados en Europa a medida que se desvinculan del gas ruso. Sin embargo, la demanda europea de gas natural se ha aplanado y se prevé que disminuya sustancialmente en línea con los esfuerzos de Europa por reducir su huella climática. La demanda de GNL ya ha alcanzado su punto máximo en Japón, y se espera que el crecimiento se aplane en Corea del Sur para 2030”, planteó Granhol.
Agregó que la demanda de China casi de duplicará entre 2024 y 2030 y que las importaciones del gigante asiático serán las más altas del mundo para 2050.
“Las futuras decisiones de autorización de lo que es de “interés público” no tienen por qué adoptarse únicamente sobre una base binaria -sí o no-, sino que podrían adoptarse utilizando un marco más amplio de requisitos para todas las autorizaciones”, dijo al respecto.
El documento también aborda los impactos en la economía familiar, de los negocios y las industrias norteamericanas, al prever que de continuar incrementándose las exportaciones, los precios del gas, de la electricidad y otros insumos podrían elevarse.
Igualmente, el DOE encontró que las actividades relacionadas con el GNL pueden representar un riesgo todavía mayor para las comunidades que están establecidas cerca de las instalaciones, agregando elementos a los efectos de las actividades extractivas de petróleo y gas.