Minería no solo transforma minerales, sino también personas: WIM México

La minería mexicana, tradicionalmente dominada por hombres, experimenta una transformación impulsada por la creciente participación femenina y organizaciones como Women in Mining (WIM) México, enfocada en mejorar las condiciones laborales y la equidad de género en el sector.

“La minería no solo transforma minerales, también transforma personas”, afirmó Marisol Barragán, presidenta del Comité Directivo Nacional del organismo en México.

Al respecto, explicó en conversación con Energía a Debate que el sector va más allá de su “core business” –que es la extracción propiamente de minerales de la tierra– al transformar a trabajadores, comunidades y, de manera crucial, a las mujeres, permitiéndoles conjugar su desarrollo profesional con roles como la maternidad.

Actualmente el sector minero emplea a unas 416 mil personas, de las cuales 77 mil 190 son mujeres, lo que representa el 17.8 por ciento de su fuerza laboral.

Este número implica un crecimiento del 90 por ciento en la incorporación de mujeres en los últimos 12 años. En los últimos años, este crecimiento ha sido de poco más de 3 por ciento.

Elevar salarios y participación femenina

Esther Arzate, presidenta de la Comisión de Comunicaciones de WIM México, subrayó el atractivo económico de la industria minera por sobre otros renglones de la economía y, por tanto, el de las mujeres que trabajan en este sector.

Indicó que el salario de las mujeres en minería metálica, por ejemplo, es 79 por ciento superior al promedio diario nacional.

En general, refirió, la minería ofrece salarios 28 por ciento por encima de la media nacional.

Pese a estas cifras, la meta de WIM es elevar el casi 18 por ciento de participación femenina en la industria minera, como expresó Arzate, convencidas de que “hay muchas mujeres con grandes talentos en la minería”, además de alcanzar la equidad salarial.

WIM México se enfoca en mirar y mejorar las condiciones laborales de las mujeres que trabajan en minería buscando siempre la equidad en oportunidades, en la igualdad sustantiva, en la equidad de género.

La organización asimismo trabaja en la capacitación en habilidades duras y blandas, buscando fortalecer el liderazgo de las ingenieras y operativas y romper el techo de cristal y “las barreras internas que tenemos por cultura, educación o historia”, como explicó Marisol Barragán.

Barragán y Arzate forman parte del Comité Directivo de la organización que fue electo durante la XXXVI Convención Internacional de Minería, celebrada en noviembre pasado.

(Marisol Barragán, presidenta de WIM México, y Esther Arzate, responsable de la Comisión de Comunicación)

Sello WIM: empresas comprometidas

La presidenta del organismo en México también compartió que Women in Mining promueve el Sello WIM para las empresas, con la finalidad de estimular las mejores prácticas en términos de equidad y ambientes laborales seguros para las mujeres.

De acuerdo con Barragán, este distintivo es un mecanismo de autoevaluación, por medio del cual las empresas revisan y corrigen sus condiciones laborales para que sean compatibles con las necesidades de las mujeres.

“A través de esto te das cuenta de que las empresas también están apostando a transformarse para que las mujeres trabajen seguras, plenas y felices en su centro de trabajo”, explicó.

Iniciativas como la promoción de “cuartos de lactancia” en las faenas, algo impensable años atrás, reflejan este cambio, añadió Esther Arzate.

Sin embargo, el principal desafío laboral para las mujeres sigue siendo compaginar la vida personal, especialmente la maternidad, con las tareas continuas, principalmente en los campamentos típicos de la industria, en donde pueden estar en medio de la nada durante 6 días seguidos.

Incertidumbre regulatoria

En 2023, el gobierno federal publicó la nueva Ley Minera pero a la fecha no se ha emitido su respectivo Reglamento. Esto, y otras acciones de gobierno, han mantenido a la industria con incertidumbre aunque no ha cesado sus actividades con el ánimo de proveer al país de los elementos esenciales que requiere.

En este contexto, Marisol Barragán externó la preocupación del sector por la falta de claridad en el marco normativo.

“En el caso de la minería, ante la falta del Reglamento, seguimos con incertidumbre”, subrayó.

Dijo que los cambios en otras leyes, como la reciente publicación de la nueva Ley General de Aguas, y la demora en la emisión de permisos mineros están afectando la competitividad de la industria, impidiendo que esta pueda crecer.

“No puede avanzar al ritmo de las necesidades del país”, expresó.

En este sentido, la organización enfatiza que la minería produce minerales críticos esenciales para la transición energética y, por ello, es urgente “tomar medidas urgentes para reactivar el tema de las exploraciones mineras”, permitiendo que los particulares se encarguen de invertir y producir.

Por último, en su calidad de responsable de la Comunicación de WIM México, Esther Arzate concluyó que el objetivo es seguir contribuyendo a mejorar la imagen de una minería moderna, responsable que utiliza tecnología de punta, además de que se trata de una industria dirigida hacia la participación activa de las mujeres y que trabaja para reducir las brechas sociales en México.