Petróleos Mexicanos reconoció en la forma 20-F que entrega a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) que el año anterior tuvo menos dinero disponible que los recursos necesarios para pagar el servicio de la deuda.
“Si tales restricciones ocurren en un momento en que nuestro flujo de efectivo de las operaciones es menor que los recursos necesarios para cumplir con nuestras obligaciones de servicio de la deuda, como fue el caso para el año que finalizó el 31 de diciembre de 2023, podríamos vernos obligados a reducir aún más nuestros gastos de capital planificados e implementar más medidas de austeridad para proporcionar liquidez adicional a nuestras operaciones”, admitió la empresa.
Lo plasmado en el documento contrasta con las declaraciones del director de la empresa Octavio Romero, quien en diversas conferencias con inversionistas acusó que las calificadoras han “mentido” e “inventado escenarios” para reducir la calidad crediticia de Pemex.
En el mismo sentido, en el documento señaló que una reducción en el programa de gasto de capital afectaría negativamente la condición financiera de la empresa, así como los resultados de operación.
“Además, dichas medidas pueden no ser suficientes para que podamos cumplir con nuestras obligaciones”, añade la compañía que dirige Octavio Romero.
Admiten riesgos por calificaciones
La petrolera reconoció que cuenta con dos calificaciones internacionales que la ubican como una empresa en la que no se debe invertir, y señala que si bien las rebajas no constituyen un incumplimiento, sí han tenido consecuencias en el costo de financiamiento y no descarta más reducciones en su calidad crediticia.
“Otras rebajas de calificación pueden tener consecuencias materiales adversas sobre nuestra capacidad de acceder a los mercados financieros y los términos en los que podemos obtener financiamiento, incluido nuestro costo de financiamiento. A su vez, esto podría dañar significativamente nuestra situación financiera, resultados de operaciones y capacidad para cumplir con las obligaciones existentes”, reconoce la compañía.
“No podemos garantizar que seremos capaces de mantener o mejorar nuestras calificaciones crediticias actuales o nuestras perspectivas”, añade.