El empresariado gasolinero del país advirtió que prácticas ilegales relacionadas con las gasolinas y el diésel, como el llamado huachicol fiscal, las tomas clandestinas y las mezclas de combustibles, inciden en el mercado ofreciendo producto no regulado a bajos costos, en ocasiones por debajo de los precios de las terminales de almacenamiento y reparto.
En un posicionmiento dado a conocer este lunes, la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) se refirió al llamado de las autoridades realizado la semana pasada para crear en conjunto un mecanismo de contención de los precios de venta al público de gasolinas y diésel.
La Onexpo explicó que entre las prácticas ilegales que inciden en el precio y que deben ser consideradas se encuentran el huachicol fiscal, es decir, las diferencias entre los reportes de volúmenes exportados desde los Estados Unidos y los registrados en México como importados.
Al respecto, la Onexpo estima que en esta práctica podrían manejarse unos 300 mil barriles diarios, equivalentes a más de 40 millones de litros por día de combustibles.
En cuanto a las tomas clandestinas, la Organización indicó que, con datos de Petróleos Mexicanos (Pemex), el combustible extraído ilegalmente equivale a 3 por ciento de la demanda diaria total.
Y sobre las mezclas de combustibles, expuso que las autoridades han detectado mezclas en gasolinas y diésel que afectan el funcionamiento de los motores y dañan también los equipos de las estaciones de servicio debido a su composición excesiva en alcoholes y otros componentes nocivos.
“Los factores señalados propician que puedan operar estaciones de servicio y también puntos de venta informales que ofrecen combustibles con precios incluso menores a los de las terminales de almacenamiento y reparto, generando distorsiones en el mercado y perjuicios directos a los consumidores y al medio ambiente”, alertó la organización bajo la presidencia de Jorge Mijares Casas.
La semana pasada, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) analizarían un mecanismo para evitar que los precios de los combustibles automotores se incrementen y, con ello, igualmente buscar junto con la inciativa privada la forma de contener dichos precios.
Por lo pronto, el viernes pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) comenzó a colocar mantas con la leyenda “No compres aquí” en las estaciones de servicio que, a su juicio, presentaban precios altos para venta a los automovilistas.
No son precios altos
En su posicionamiento, la Onexpo aseguró que los registros de precios promedio nacional de las gasolinas y del diésel, reportados a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), no muestran incrementos por encima de la inflación.
Lo anterior, acorde con la política implementada desde la administración del ex presidente, Andrés Manuel López Obrador, y retomada por el gobierno de Sheinbaum Pardo, de no aumentar los precios de los energéticos, incluidos los combustibles, por arriba de los índices inflacionarios.
“Si en la percepción pública se asume en general que corresponde a las autoridades frenar los “precios altos”, la realidad es que la venta de combustibles de dudosa procedencia (fuera de cumplimiento regulatorio) crea graves distorsiones y riesgos para el mercado bajo el espejismo de los precios bajos”, reiteró el gremio gasolinero.
Otros factores
La Onexpo refirió los prncipales factores que inciden en el precio de las gasolinas en una estación de servicio, como los costos de importación que están ligados con la cotización del peso frente al dólar.
Detalló que en noviembre de 2024, Pemex reportó que 53.5 por ciento de sus ventas de gasolinas y 49.5 por ciento de diésel fueron de productos importados, lo que equivale a 357.5 miles de barriles diarios de gasolinas, es decir, más de 56 millones de litros por día, y 120.9 miles de barriles diarios de diésel, o más de 19 millones de litros diarios.
“Tratándose de combustibles importados, deben considerarse la relación peso-dólar, los costos logísticos de transporte desde los lugares de la importación, hacia los puertos mexicanos o puntos de internación y de éstos a las terminales de almacenamiento, y por último a las estaciones de servicio”, explicó.
Otros factores son la insuficiente infraestructura para el transporte por ducto que incrementa notablemente el costo de mover los combustibles por vía terrestre. Esto incide en diferencias de precios en las más de 80 regiones del país, apuntó.
Y tratándose de la producción nacional, existen costos logísticos por transportar los productos desde las 7 refinerías hasta las terminales de almacenamiento y de ahí a las estaciones de servicio.
Contra la creencia popular, los impuestos, como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), este último con un incremento de 4.5 por ciento para 2025 con respecto a 2024, no son significativos.
“El IEPS y otros impuestos, siendo significativos, lo son en menor medida que la suma de otros costos que también impactan fuertemente en el precio al consumidor final”, dijo la Onexpo y enlistó los siguientes:
- Tipo de cambio vigente para el refaccionamiento oportuno y la compra de insumos básicos de operación.
- Incremento de costos derivados de múltiples redundancias regulatorias.
- Gastos relacionados con el capital humano (prestaciones económicas y socioculturales), equivalentes al 40% del gasto total de las estaciones de servicio. En este sentido, las recientes reformas en materia laboral han significado incrementos entre un 18 y 20%, muy superiores al aumento de la inflación.
- Las tarifas de fletes indispensables para el suministro de combustibles han aumentado por arriba de la inflación.
- Inseguridad y actos delictivos que ocasionan pérdidas.
- Otros servicios básicos para la operación han elevado su precio más que el 4 % de la inflación.
- El estímulo fiscal permite que el precio de los combustibles no se incremente de manera abrupta cuando se eleva el precio internacional de los petrolíferos. Esta disposición es en beneficio directo para el consumidor final y su aplicación no tiene como objetivo disminuir el precio.
Por último, además de refrendar su apoyo al cumplimiento de las metas nacionales de la presente administración federal, reiteró su disposición para seguir analizando con las autoridades las estrategias que impulsen el crecimiento económico y el desarrollo social, que fortalezcan la seguridad energética, la economía popular y a los segmentos vulnerables de nuestro país.