Moody’s Ratings estimó que los precios de la energía se mantendrán al menos durante los próximos tres años, debido al sólido crecimiento de la demanda y la falta de nuevos suministros eléctricos.
De acuerdo con un estudio publicado por la agencia, otros factores que afectarán al sector energético son los incrementos en la temperatura, que ha llegado a niveles históricos y un aumento de las operaciones de nearshoring.
La empresa detalló que no existen soluciones inmediatas para el problema, pues los largos plazos para la finalización de nuevos proyectos de energía, que en parte son resultado de la incertidumbre política, continuarán durante al menos los próximos tres años.
“Esta situación favorece a los proyectos de generación de energía que se encuentran actualmente en funcionamiento, ya que se volverán más estratégicos durante el próximo gobierno de México”, mencionó la calificadora.
Además, detalló que el consumo eléctrico en el país se expande más rápido de lo que el gobierno esperaba, lo que obliga a incrementar la inversión en el sector.
“La demanda anual de electricidad superó ampliamente las proyecciones de la Secretaría de Energía en 2022-23 y elevó los ingresos de la compañía eléctrica estatal Comisión Federal de Electricidad”, dijo.
Este aumento será crucial para mantener la estabilidad del sistema nacional y garantizar la disponibilidad de energía para todos los clientes.
“Los proyectos de energía existentes y operativos están bien posicionados para ser más estratégicos en sus respectivos puntos de operación, especialmente los que abastecen a centros industriales con gran demanda de electricidad”, dijo la empresa.
Renovables, atrasadas
Moody’s mencionó que la generación de energía renovable en México está rezagada y los nuevos desarrollos dependen de una mayor claridad en política de transición energética del país.
“Las iniciativas de nearshoring exigen un crecimiento del suministro de energía, que depende de que México establezca una trayectoria clara de transición energética, con suficiente capacidad de generación y transmisión de energía renovable para satisfacer las crecientes necesidades energéticas”, dijo.
La agencia advierte que la alta dependencia de las importaciones de gas natural desde Estados Unidos implica un riesgo para la red eléctrica mexicana, especialmente durante los periodos de clima extremo, y los riesgos ambientales seguirán amenazando con provocar interrupciones en los suministros o entregas.
En octubre de este año iniciará la siguiente administración de México, misma que tendrá la oportunidad de establecer un plan claro de transición energética con políticas transparentes y suficiente capacidad de generación y transmisión para cumplir sus objetivos.
“El rápido aumento del consumo eléctrico en el país requiere un plan de acción claro que mantenga la estabilidad del sistema y garantice la disponibilidad de energía para clientes residenciales e industriales”, señaló la calificadora.