Al cierre de este año, Petróleos Mexicanos recibirá apoyos del gobierno federal por alrededor de 20 mil millones de dólares, que incluyen inyecciones directas de capital por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como una reducción en las aportaciones fiscales que hace la petrolera al país, señaló la calificadora internacional, Moody’s.
“Desde 2016, el gobierno ha apoyado a Pemex de diversas formas, incluidas inyecciones de capital, reducciones de impuestos y amortización anticipada de pagarés por cobrar del gobierno”, mencionó la agencia.
Sin embargo, las medidas del gobierno federal son insuficientes para que la calificación de la empresa suba en un futuro previsible, según la agencia.
“Es poco probable que se produzca una mejora en el corto plazo dada la perspectiva negativa para la calificación Baa1 de México y las expectativas de Moody’s de un flujo de efectivo libre negativo continuo en Pemex”, aseguró la firma en un comunicado.
La agencia asignó una calificación senior no garantizada de Ba3 a Pemex de hasta mil millones de dólares en pagarés propuestos con vencimiento en 2032.
“La compañía utilizará los ingresos de los pagarés para pagar la deuda. Los pagarés propuestos serán garantizados solidariamente por las subsidiarias operativas de la empresa, Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial y Pemex Logística. La perspectiva de la calificación es negativa”, señaló.
Según Moody’s, las necesidades de liquidez de la compañía y el flujo de efectivo libre negativo permanecerán altos en los próximos tres años, debido a que la compañía tiene grandes vencimientos de deuda para ese periodo, a lo que se suma un menor flujo de efectivo operativo derivado de la expansión de su negocio de refinación, que ha generado pérdidas operativas en los últimos años.
La agencia reconoció que aunque la plataforma petrolera se mantiene por debajo de los objetivos planteados por el gobierno federal, la administración de Pemex logró revertir la caída en la producción de crudo y la reposición de reservas.
“Sin embargo, Moody’s espera que la generación de flujo de efectivo y las métricas crediticias de Pemex se mantengan débiles en los próximos tres años a medida que la compañía aumente la producción de combustible, mientras lidia con una capacidad limitada de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo y el combustible”, dijo la agencia.
Moory’s recordó que el gobierno federal manifestó su intención de mantener los apoyos al pago de la deuda de Pemex para el periodo 2022-2023.
Al 30 de septiembre de 2021, la petrolera tenía dos mil millones de dólares en efectivo y actualmente tiene alrededor de 300 millones en líneas de crédito renovables comprometidas disponibles para atender más de 7.7 mil millones de dólares en vencimientos de deuda desde octubre de 2021 hasta fines de 2022, además de un sustancial flujo de efectivo libre negativo en el periodo, impulsado por una generación de efectivo operativa insuficiente para pagar impuestos e invertir en capital.