El Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) fue uno de los 109 fondos y fideicomisos que el presidente decidió desaparecer en 2020; sin embargo, en el Paquete Económico de 2024, el fondo integra recursos por 17 mil 984 millones de pesos.
De acuerdo con Jorge Cano, investigador de Gasto Público en México Evalúa, antes de su desaparición, el Fondo de Desastres Naturales recibía recursos anualmente, del Ramo 23: Previsiones Salariales Económicas y estos recursos se transferían directamente hacia el fideicomiso.
El proceso consistía en que los recursos se utilizaban una vez que la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Seguridad Ciudadana hacían la declaratoria de emergencia y los recursos se dirigían a dependencias como la Secretaría de la Defensa, o bien, la de Comunicaciones y Transportes, es decir, todas aquellas que están relacionadas directamente con la atención inmediata de las personas, o con la reconstrucción de infraestructura.
El especialista mencionó que previo a la desaparición del Fonden, la Ley General del Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establecía que cada año 0.4 por ciento del gasto programable debía dedicarse al Fondo, pero actualmente esa ley ya no está vigente.
Al considerar la ley anterior, para 2024 la aportación debería ser de aproximadamente 26 mil millones de pesos, es decir, ocho mil más de los asignados para este año.
El especialista añadió que una de las ventajas del Fonden era que cuando no había desastres naturales importantes, los recursos se ahorraban para el siguiente ejercicio fiscal.
Con esta bolsa, más los recursos aprobados en 2023 y los seguros financieros, se habría contado con hasta 85.9 mmdp para atender la emergencia, de acuerdo con estimaciones de México Evalúa.
Apoyo insuficiente
Los daños generados por el huracán “Otis” en Acapulco fueron estimados en 16 mil millones de dólares, de acuerdo con la agencia Fitch, lo que equivale a 275 mil 236 millones de pesos.
Mientras tanto, a principios de mes, el gobierno federal destinó 61 mil 300 millones de pesos a atender la emergencia, en apoyos consistentes en adelantar dos meses el pago de todos los programas de Bienestar, la incorporación de 10 mil jóvenes al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, para realizar labores de limpieza, construcción, pintura y otras actividades.
El gobierno federal también dará seis meses de prórroga en el pago del Infonavit, Fovissste, IMSS y del servicio eléctrico, es decir, hasta febrero del próximo año.
Además, el plan incluye apoyos directos a los afectados, como la entrega de 20 mil “créditos a la palabra” por 25 mil pesos para comercios afectados; ocho mil pesos para pintura y techos de viviendas dañadas; la entrega de despensas semanales; y equipamiento con enseres básicos para los hogares.
Si bien es cierto los gastos en reconstrucción se realizan en varios años, hay que notar, que ante el potencial costo del huracán Otis, los 17.9 mil millones de pesos proyectados para el siguiente año podrían no bastar para encaminar la reanimación de Acapulco. Es necesario un incremento del presupuesto 2024, para atender a Guerrero y a otros fenómenos que pudiesen ocurrir.
Descuido para prevenir impacto del cambio climático
Una de las principales consecuencias del cambio climático es el incremento de fenómenos naturales altamente destructivos. De acuerdo con la ONG, Oxfam, en los últimos 30 años el número de desastres naturales se ha triplicado.
Además, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para 2030 adaptarse al cambio climático y hacer frente a los daños que supondrá costará a los países en desarrollo entre 140 mil y 300 mil millones de dólares al año.
De acuerdo con Jorge Cano, la falta del Fonden afectará la capacidad del país para hacer frente al cambio climático.
Además, el especialista de México Evalúa mencionó que ante la insuficiencia de recursos, el gobierno federal tiene tres opciones para cubrir los fondos necesarios para la rehabilitación de Acapulco.
La primera de ellas es hacer recortes a otros programas, la segunda consiste en contratar más deuda o simplemente se podría dejar Acapulco sin atención del gobierno federal.