En mayo de 2022 los precios del gas natural subieron estrepitosamente y se vislumbran nuevos aumentos hacia el invierno. En México, particularmente en el Sector Eléctrico, podríamos terminar el 2022 consumiendo combustóleo nacional y gas natural importado a altos precios. En el mediano plazo, este panorama dejará un momento de mayor competitividad para los mercados de importación.
De 2009 a 2021 el precio del gas natural en Henry Hub tuvo promedios anuales abajo de USD 4 mmBTU. Al inicio de 2022, el precio subió a USD 4.38 mmBTU y en mayo brincó a USD 8.14 mmBTU. Como consecuencia de las sanciones al gas y petróleo rusos, luego de la invasión a Ucrania, la demanda por hidrocarburos ocasionó una alta volatilidad en los precios con alzas y bajas. La tendencia a la escalada se refuerza con la creciente inflación, que en EE. UU. alcanzó un récord de 8.6%, impactando de forma directa a los consumidores con incrementos de 34.6% en energéticos y10.1% en alimentos.
Gráfica 1, Precio spot promedio Henry Hub, últimos 41 meses
En México, con base en los registros de la CRE, el precio del gas natural ha aumentado desde julio de 2021, ubicándose en USD 7.57 mmBTU en mayo de 2022. De igual forma, en México la inflación ha crecido llegando a niveles de 7.65%[1], cifra que supera las proyecciones del Banco de México a inicios de año. En cuanto al combustóleo, de los 260 mil barriles diarios (MBD) producidos por Pemex en 2021, entre 20% y 30% se queda en México para consumo de la CFE. El precio del combustóleo de exportación en 2021 fue de USD 55/barril. En EE. UU. el precio del combustóleo en 2022 ha aumentado en 80% respecto a 2020, en línea con el precio del petróleo.
Por su parte, en México, durante el 2021, el consumo de combustóleo de la CFE aumentó 36%, es decir, a una velocidad muy superior a la de su generación de electricidad. Este año, al cierre del primer trimestre, la producción de combustóleo de Pemex fue de 258 MBD, pero en lo que resta del año aumentará la tasa de utilización de las refinerías y, con ello, la producción de combustóleo que, de no exportarse, terminará en las plantas de la CFE.
Gráfica 2, índice de precios CRE de Gas Natural, últimos 41 meses
En EE. UU. el aumento de precios del gas natural y otros combustibles está propiciando inversiones para ampliar su capacidad de producción, esto con el fin de aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global. Entre otros, los proyectos se enfocan en:
- Reactivar la exploración de hidrocarburos y la producción de crudo y gas, incluyendo las de lutitas (shale);
- Aumentar la capacidad en terminales de licuefacción para exportación;
- Desarrollar oportunidades de suministro de gas natural en Europa, e
- Intensificar inversiones en renovables e, inclusive, aceptar la apuesta al hidrógeno verde como vector energético[2].
Anuncios recientes de la Unión Europea y en lo particular de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, indican que se acerca el fin de las importaciones de crudo provenientes de Rusia contra una importante diversificación de fuentes de abasto de gas natural para reducir la dependencia de las importaciones de ese país.
Ante las adaptaciones del comercio global de energéticos, se abre una amplia gama de proyectos a potenciales inversionistas, particularmente en Europa. Es de esperarse que esto atraiga la atención de los EE. UU., por lo que en México deberemos prepararnos para hacer frente a los retos por cambios geopolíticos que ya se anuncian.
En México, el Prontuario Estadístico de mayo 2022[3] apunta que, para atender la demanda nacional de gas natural, el país importa el 68% del consumo total. A pesar de ello, se sigue apostando a la expansión del gas natural. De acuerdo con el Plan Quinquenal de Expansión del SISTRANGAS 2020-2024[4], la infraestructura para entrar en operación los siguientes años comprende ocho proyectos cuya inversión suman USD 1,360 millones.
Por otra parte, las reservas probadas de gas natural solo alcanzan para 7 años con un nivel de producción de 3,821 MMpcd (nivel en marzo de 2022). Esto es insuficiente para ampliar la extracción en el corto plazo, por lo que el país tendrá que afrontar aumentos en los precios, mayor intensidad en la competencia global por insumos de gas natural, además de la fuerte dependencia en importaciones para cubrir las necesidades de los sectores eléctrico e industrial. El escenario es más pesimista si se considera que, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Energía, en 2024 el país requerirá de 10,669 MMpcd y hasta 11,000 MMpcd en 2034[5].
Gráfica 3, relación consumo, importación y producción de Gas Natural de 2007 a 2022[6]
El futuro inmediato del sector es sumamente retador. Factores como las presiones en los precios, la creciente demanda de gas natural y la falta de infraestructura de producción, transporte, almacenamiento y distribución son parte de los desafíos inmediatos que se deben atender. Resolver este reto inminente abre una clara oportunidad para empresas privadas que quieran ofrece soluciones en el sector de gas natural, para ello, habrá que trabajar con el Gobierno Federal para reactivar oportunamente la inversión en infraestructura energética y aprovechar la ventana de oportunidad que está viendo el mayor socio comercial de México.
Notas:
[1]Banco de México, https://www.banxico.org.mx/tipcamb/main.do?page=inf&idioma=sp
[2] Departamento de Energía de los Estados Unidos, https://www.hydrogen.energy.gov/
[3]SENER, consultado en https://www.gob.mx/sener/articulos/prontuario-estadistico-2022-297519
[4]Secretaría de Energía, consultado en https://www.gob.mx/sener/es/articulos/plan-quinquenal-sistrangas-2020-2024-256590?idiom=es
[5]OpCit.
[6]SENER, consultado en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/626943/Prontuario_marzo_2021__accesibilidad_.pdf, CNH, consultado en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/488400/Prospectiva_Produccion_Nacional_Gas_Natural__2_.pdf y Sistema de Información Energética SENER, https://sie.energia.gob.mx/bdiController.do?action=cuadro&subAction=applyOptions
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