Bajos costos de producción, diseño, desarrollo tecnológico y precios competitivos, son los factores que están impulsando las ventas de los autos eléctricos chinos a nivel nacional e internacional, convirtiéndose en un verdadero reto para las automotrices tradicionales quienes ya ven una mayor diversificación de mercado.
Si bien los autos eléctricos chinos están captando el interés, así como la aceptación de los consumidores en México y los están llevando a la electromovilidad, esto también tiene un impacto en la cadena de valor por los bajos niveles de precios, la saturación de los puertos e incluso la falta de cargadores o refacciones, por lo que es necesario que inviertan en su propia infraestructura.
Para expertos del sector, la competencia está dejando atrás a marcas que están evolucionando de manera menos acelerada, e incluso a aquellas como Tesla que han apostado a los compradores de alta gama.
Un ejemplo de ello son los últimos resultados de la empresa propiedad de Elon Musk, que al cierre de 2023 logró la venta total de un millón 808 mil 581 unidades totalmente electrificadas, cifra que representa un aumento de 35 por ciento respecto al millón 369 mil 611 autos de 2022.
Sin embargo, aunque el crecimiento fue importante la cifra es 40 por ciento menor si se compara con los 3 millones 24 mil 417 autos eléctricos que vendió la empresa china Build Your Dreams (BYD), lo que la convierte en la automotriz que más autos comercializa con esta tecnología.
Erick Sánchez Salas, especialista del sector de energía, aseguró que en los últimos años China ha buscado desarrollar una industria sólida y competitiva, por lo que actualmente su capacidad de producción de autos eléctricos “es incomparable, pues ellos solo se están produciendo más que el resto de las marcas automotrices, y eso es una señal de cómo están compitiendo, el volumen les permite ser muy competitivos en términos de precios”.
“Esto ofrece para el consumidor final hitos importantes. Son autos de bajo costo, el comprador está ahorrando en términos de combustible y mantenimiento, algo significativo que hace que haya un impulso a la electro movilidad”.
En el caso del mercado mexicano, dijo que el mayor volumen de ventas de estas unidades podría ser para satisfacer la demanda del sector transporte, ya sea para el movimiento de pasajeros o de mercancías en la última milla.
Sobre el tema, Francisco Bautista, Socio Líder Adjunto de Manufactura Avanzada y Movilidad para EY Latinoamérica, explicó que contrario a Tesla, las marcas chinas están abriendo la electromovilidad al resto de los consumidores, pues los niveles de precios se ajustan a un poder adquisitivo menor.
Si bien la entrada de los autos chinos a México ha ampliado significativamente la oferta de vehículos, sobre todo durante el año pasado cuando la industria enfrentó problemas en los niveles de inventario.
Sin embargo, la recuperación del sector no significa que las llamadas “armadoras tradicionales” estén recuperando la participación de mercado que tenían antes de la pandemia, sino que esta se está diversificando, pues tan solo en 2023, las marcas chinas ya lograron captar más del 9 por ciento de las ventas a nivel nacional.
Pese a esto, el experto considera que los bajos precios que están manejando las automotrices chinas tiene que ver con el comportamiento del tipo de cambio, pero que una vez que este se vea a la alza ya no les será posible sostener estos costos.
Del mismo se estarán enfrentando a la falta de una infraestructura de carga y la falta de sus propios patios de distribución, pues si bien han llegado con agresivas estrategias de venta, para lograr sus metas será necesario que inviertan en instalaciones propias, incluso para la manufactura de sus unidades de manera local.
Para que las marcas chinas puedan consolidarse en el mercado tienen que invertir más en infraestructura, eso es un hecho, porque el modelo actual de sólo llegar no va a funcionar por mucho tiempo, no pueden solo comercializar, tiene que venir la segunda parte, y si eso no pasa si va a causar un desequilibrio importante.