El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió ayer una determinación a través del Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) para utilizar la Ley de Producción de Defensa (DPA, por sus siglas en inglés), lo que permitirá acelerar la producción en ese país de cinco tecnologías energéticas claves para la transición que impulsa la Casa Blanca.
Las tecnologías que recibirán un impulso serán la solar; la de transformadores y componentes de la red eléctrica; las bombas de calor; aisladores; y electrolizadores, pilas de combustible, así como metales del grupo del platino.
Las determinaciones de la DPA son parte del plan de la Administración Biden-Harris para reducir los costos de energía para las familias, fortalecer la seguridad nacional y lograr una independencia energética estadounidense duradera que reduzca la demanda de combustibles fósiles y refuerce nuestra economía de energía limpia, detalló el Departamento de Energía en un comunicado.
“El presidente Biden ha invocado la Ley de producción de defensa para que Estados Unidos pueda asumir su independencia de energía limpia”, dijo la secretaria de Energía de ese país, Jennifer Granholm.
“Reducir la dependencia de Estados Unidos del gas y el petróleo es fundamental para la seguridad nacional de Estados Unidos”, dijo la subsecretaria de Defensa, Dra. Kathleen Hicks.
La demanda de tecnologías de energía limpia, según cálculos del DOE aumentará entre 400 y 600 por ciento en las próximas décadas, debido a la caída en los costos de estos insumos en los últimos 10 años.
Sin embargo, el documento advierte que a menos que Estados Unidos amplíe la nueva capacidad de fabricación, procesamiento e instalación, el país se verá obligado a depender de las importaciones de energía limpia, lo que expondría a esa economía a las vulnerabilidades de la cadena de suministro, al tiempo que perderá enormes oportunidades laborales asociadas con la transición energética.
Beneficiarias
La autoridad de la Ley de Protección de Defensa, con los fondos asignados por el congreso beneficiará la construcción de instalaciones de energía limpia, así como de fábricas que permitan procesar los componentes e instalar tecnologías de energía limpia para los consumidores.
En el comunicado, el DOE detalla que si bien la energía fotovoltaica es la mayor fuente de capacidad de generación de energía limpia en EU, así como la más barata en muchas regiones del país, la producción doméstica no satisface la demanda actual.
Para ello, la ley permitirá respaldar la cadena de suministro solar doméstica para promover la independencia energética y reducir los costos de energía para los consumidores estadounidenses.
También impulsará la industria de los transformadores y componentes de la red, pues Estados Unidos depende en gran medida de componentes críticos de origen extranjero.
Los esfuerzos industriales tradicionales son insuficientes para satisfacer el crecimiento sin precedentes de la electrificación necesaria para respaldar la descarbonización, la defensa contra los ataques de seguridad cibernética y el mantenimiento de la infraestructura crítica de EU, y no están posicionados para responder a la demanda de electricidad a corto plazo.
Expandir la producción, abunda el documento, aumentará la confiabilidad del sistema de energía eléctrica en EU, lo cual mejoraría su seguridad energética y reduciría la vulnerabilidad de la infraestructura.
El país de las barras y las estrellas señala que para 2030 deberá expandir 60 por ciento su sistema de transmisión de electricidad y es posible que tengan que triplicarlos para 2050.
El decreto también beneficiará a las bombas de calor, que permiten reducir el uso de energía en edificios, hogares, oficinas, escuelas, hospitales, bases militares y otras instalaciones críticas que generan más de 40 por ciento de todo su consumo de energía.
En este mismo sentido, se pretende beneficiar el aislamiento para incrementar la eficiencia energética, pues la mitad de las casas de ese país se construyó antes de los códigos de energía actuales, lo que genera pérdidas.
“Además de reducir los costos de energía para las familias y aumentar la fuerza laboral doméstica de energía limpia, los edificios bien aislados también brindan ‘capacidad de supervivencia pasiva’, lo que significa que pueden mantener una temperatura interior segura durante más tiempo en caso de interrupciones de energía, lo que reduce las víctimas por clima extremo”, añade el documento del DOE.
Finalmente, el decreto también beneficiará el desarrollo de electrolizadores, celdas de combustibles y metales del grupo de platino, todos fundamentales para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde.