La cementera mexicana CEMEX en Panamá recibirá de la empresa 3M aproximadamente 30 toneladas al año de desechos para ser utilizados como combustible alterno en la producción de cemento dirigido al mercado panameño.
“Esta colaboración se alinea con la estrategia Futuro en Acción de CEMEX para reducir su huella de carbono y contribuir a una economía circular”, dijo la cementera en un comunicado emitido el jueves de esta semana y agregó que con ello también contribuye a reducir la cantidad de residuos enviados a los rellenos sanitarios.
“La descomposición en los vertederos produce gas metano, un gas de efecto invernadero que es 25 veces más potente que el dióxido de carbono para atrapar el calor en la atmósfera”, señaló.
Enrique Aguirre, director general de 3M en la Región de Centroamérica y el Caribe, dijo que “con este acuerdo, lograremos que nuestros desechos tengan un segundo uso y realizar el coprocesamiento de nuestros desperdicios, valorizando los residuos como combustible alterno; ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, una mejor gestión de los residuos y reducción de la utilización de combustibles fósiles”.
Por su parte, Jesús González, presidente de CEMEX América del Sur, Central y El Caribe, comentó: “Estamos muy complacidos de realizar esta colaboración que fortalece el camino de nuestra compañía hacia nuestra meta de neutralidad de carbono para 2050. CEMEX y la industria de materiales de construcción pueden jugar un papel importante en la creación de una economía verdaderamente circular”.
CEMEX explicó que 3M le transferirá desechos de su proceso de manufactura, con alto poder calorífico, como residuos de espuma y lana. Estos desperdicios permiten que los hornos de cemento alcancen el elevado nivel de calor necesario de 1,500 grados centígrados (2,700 grados Fahrenheit) para la producción de cemento.
3M espera reducir aún más sus emisiones de carbono en todas las operaciones a nivel mundial; esto con el objetivo de lograr una reducción del 50% para 2030, una disminución del 80% para 2040 y una neutralidad de carbono del 100% en todas sus operaciones para 2050.