El día de ayer diversos medios de comunicación locales y nacionales reportaron que en algunas ciudades del estado de Guanajuato se han presentado largas filas de transportistas en las estaciones de servicio en espera de poder abastecerse de diesel.
La capital del estado, así como los municipios circundantes, como SIlao, Irapuato y León, han presentado problemas de abasto del combustible, ocasionando retrasos en las operaciones diarias del transporte de mercancías y de personas, entre otros.
Desde hace semanas, analistas del sector energético y empresarios del ramo de los combustibles han estado advirtiendo sobre posibles cortes en el suministro de este energético, pero no porque no haya existencia, sino como consecuencia de diversos factores presentes principalmente desde inicios de este año, entre ellas, curiosamente, el estímulo complementario que otorgó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ante el disparo del precio de la energía a partir del comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Y es que los analistas coinciden en que el estímulo, aplicable a las ventas de primera mano o en las aduanas, en el caso de las importaciones, provoca un retraso en el “movimiento” del producto al interior del país.
La razón es que el estímulo complementario es aplicable al Impuesto al Valor Agregado y/o al Impuesto Sobre la Renta pero reembolsable después de un tiempo, ocasionando que sean justamente los empresarios, principalmente los comercializadores e importadores, quienes financian el estímulo, lo cual hace menos atractivo el negocio.
“Sí hay producto en el mercado, pero el problema es que hay condiciones que lo hacen poco atractivo para moverlo”, opinó Santiago Arroyo, CEO de Ursus Energy Consulting.
Explicó que existen factores externos e internos que han influido en el aumento en los precios de los combustibles en general, orillando al gobierno a aplicar estímulos adicionales, como la cancelación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Entre los externos, mencionó por supuesto el mencionado conflicto bélico entre rusos y ucranianos, además de la pandemia por la COVID-19, misma que ha presentado una segunda ola de contagios en las últimas semanas.
Estos dos factores, especialmente la guerra en Europa del Este, han complicado no solo los precios, sino el abasto del diesel.
En los factores internos destaca justamente la aplicación del estímulo adicional o complementario sobre el ISR y, eventualmente, el IVA. “Ya son elementos internos los que provocan que a México no entre el diesel”, apuntó y aclaró que el incentivo más alto está siendo aplicado actualmente precisamente a este carburante, en comparación con la gasolina tipo Magna y la tipo Premium.
Dijo que las compensaciones por el momento, dada la política hacendaria y por el déficit de circulante que tiene el gobierno de la República, se hacen a través de retribuciones fiscales. ”Te van condonando o te las van negociando con IEPS, con ISR o con pagos complementarios de IVA”, expuso.
Sin embargo, bajo este esquema, Arroyo anotó que la empresa tiene que pagar el incentivo aunque luego lo recupera. “Pero eso no les es atractivo, incluso a Pemex”, dijo en relación con la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), responsable de 70% de las importaciones de diesel, especialmente de Estados Unidos.
En 2021, la petrolera importó 555.8 mil barriles diarios promedio de combustibles y productos refinados, de los cuales, 101.7 mil correspondieron a diesel, esto es, 18.3%.
En el mismo año, Pemex elaboró 806.2 mil barriles anuales de productos refinados, correspondiendo 117.7 mil barriles a diesel, es decir, 14.6% del total.
Entre producción propia e importaciones, Pemex atendió al mercado interno con un volumen de 178.3 mil barriles de diesel y 27.7 mil de diesel desulfurado. En total, el valor de las ventas internas ascendió a 121.5 mil millones de pesos, más otros 18.7 mil millones correspondientes al diesel desulfurado.
Los privados importan alrededor de 30% del diesel que se consume a nivel nacional.
Santiago Arroyo comentó también que los impuestos que el gobierno cobra, por ejemplo, por el traslado en tren del producto pueden llegar a los 6 millones de dólares.
“Estamos hablando de más de 24 millones de dólares por un tren unitario a la semana”, refirió. “Imagina que tú los tienes que poner de tu bolsillo al final del ciclo fiscal, que es el mes, y después a esperar a ver cuándo el SAT te regresa ese dinero y cuánto te compensa en impuesto”, añadió.
¿Cuánto es el tiempo que deben financiar las empresas, incluida Pemex, esta compensación? De acuerdo con Arroyo entre 6 y 7 meses aproximadamente.
De lado de las finanzas públicas, el apoyo a los consumidores de gasolinas ha empezado a alertar a los analistas por el boquete que puede significar. La SHCP reconoció que en abril pasado, tan solo por el IEPS, se ubicó en números negativos en 543 millones de pesos.
Por lo pronto, la dependencia bajo el mando de Rogelio Ramírez de la O otorgó un estímulo de 100% por igual a las gasolinas Magna y Premium, así como al diesel para esta semana en curso.
Y por si lo anterior fuera poco, Santiago Arroyo mencionó que el alza en los combustibles también impacta en la inflación que, a su vez, tiene un golpe en los propios incentivos.
Consideró que la aplicación de los estímulos fiscales al 100% y el complementario son un paliativo para solucionar el problema a corto plazo.
“En este momento ya vemos los efectos negativos: racionar el producto en el ritmo que Hacienda hace las retribuciones. También aplica a Pemex”, expresó. “Al final del día es el dinero el que va a mandar y el que va a determinar cómo se van a hacer las cosas”, concluyó.
Por parte, Alejandro Montufar, director general de PETROIntelligence, coincidió en que los principales factores en el incremento del precio internacional del producto es la guerra entre Rusia y Ucrania y la pandemia por el llamado coronavirus.
De acuerdo con él, son los comercializadores, especialmente los que trabajan de manera independiente, quienes enfrentan los mayores problemas para mover el producto por los retrasos.
Desde su perspectiva y con reservas, la situación podrá durar lo que resta del año, al menos el tiempo que dure el conflicto ruso-ucraniano.
Un efecto positivo, incluso, es que los estímulos tan grandes que está otorgando el gobierno están orillando a disminuir el problema del llamado “huachicol fiscal de diesel”.
“También hay que considerar que con estímulos tan grandes, de facto desapareció el huachicol fiscal”, dijo Montufar.
Basta ver las cifras de cómo aumentaron las ventas de diesel”, agregó y dijo que esto se presenta en un contexto de alta demanda con oferta restringida.