La Corte de Distrito para el Sur de Texas dio fecha de audiencia a dos empresarios estadounidenses, quienes buscan, a través de una demanda, frenar la venta de la refinería de Deer Park a Pemex.
De acuerdo con George Baker, director general de Baker & Associates Energy Consultants, los abogados consiguieron que el trámite entre a audiencia el próximo 6 de enero a las 10:00 de la mañana.
La demanda fue presentada por Aaron Hagel y Andrew Sarcinella Jr., quienes son dueños de una empresa de lavandería en Nueva York.
El argumento es que la venta de la refinería incrementará los precios de la gasolina en Estados Unidos, pues el gobierno mexicano pretende importar toda la producción del combustible de la planta hacia México, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La demanda, presentada ante un tribunal de distrito de Estados Unidos en Houston, alega que la venta conduciría a una “competencia sustancialmente menor” en la gasolina y “aumentaría significativamente” los costos de energía de los demandantes.
Este proceso legal inició previo a que López Obrador anunciara la autorización del Comité de Inversión Extranjera Directa de Estados Unidos para concretar la transacción.
El 28 de diciembre, la Corte de Distrito de Estados Unidos admitió a trámite la denuncia para darle audiencia el próximo 6 de enero.
El objetivo de la demanda es obtener una “orden de restricción temporal” contra el proceso de compraventa, debido a que el procedimiento “incrementará permanentemente los precios de gasolina en EU y que causará un impacto único e irreparable a los demandantes”.
Los acusados, añade la introducción del documento legal, Shell y PMI Services North America, planean en cerrar un “trato anticompetitivo” que resultará en una significativa reducción en la oferta de gasolina en Estados Unidos y en una asignación incorrecta de la gasolina en el mercado mexicano.
Los demandantes consideran que la transacción “viola las leyes antimonopolio y debe detenerse para proteger los intereses comerciales y de los consumidores de los Demandantes. Si la Corte permite que se lleve a cabo esta transacción, habrá un daño permanente al mercado de la gasolina en los Estados Unidos. La gasolina no es un recurso renovable. Este preciado bien debe protegerse de la conducta anticompetitiva, que perjudicará a los Demandantes y no beneficiará al interés público o competencia”.
En el documento legal, los demandantes señalan que Shell es la empresa con mayor participación en el mercado de gasolina de Estados Unidos, al representar 12 por ciento del total, lo que representa el doble de cualquier otro competidor del oligopolio gasolinero en ese país.
RIESGOS
Para George Baker, el elemento más relevante de riesgo para la operación de la refinería es que no haya un “cortacircuito” entre el gobierno federal y la administración de Pemex.
“El problema básico de esta operación es que no haya un circuit breaker entre la voluntad del presidente mexicano y la administración de Pemex. Su capacidad de designar ejecutivos y hacerles desaparecer o correrlos, esa capacidad en sí representa un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos”, advierte el analista.
El experto añade que las decisiones sobre la gerencia de la refinería deben basarse en decisiones independientes tomadas por el Consejo de Administración de Pemex, y no por la voluntad del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“No importa que (el presidente) encuentre a la persona más idónea para esos puestos ejecutivos de la refinería, el problema es que sea el presidente de un país extranjero el que tome esas decisiones”, mencionó el analista.