La profunda dependencia de México en el mercado de Estados Unidos podría dificultar su habilidad de competir globalmente en un escenario de mercado abierto, consideró Gil Tal, director del Centro de Investigación de Vehículos Eléctricos e Híbridos Conectables.
Sin embargo, explicó, diversificar las fábricas de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés), representadas en México, y promover nuevas OEM para vehículos eléctricos únicamente, puede ayudar a reducir esa dependencia y crear una nueva industria estable, posiblemente después de 2035.
Tal participó en la Cumbre “California-México 2030”, organizado por la Alianza MX de la Universidad de California.
En ella, señaló que la industria automotriz mexicana podría tener ventaja en el cambio global hacia los autos eléctricos al incentivar la proveeduría y las partes hechas en América del Norte.
Lo anterior, añadió en el panel “Automóviles Ligeros”, incentivaría las exportaciones de estas unidades de la región de Norteamérica.
El directivo refirió que México tiene una producción aproximada de 1.3 millones de unidades, pero la mayor parte de ella tiene como destino la exportación, principalmente a Estados Unidos.
A nivel mundial, apuntó que para 2035 China estará vendiendo 34 millones de vehículos y se espera que de ellos, 21 millones sean eléctricos.
Por su parte, en el siguiente panel “Energía Renovable”, William Ayala, oficial para Economía de la Embajada de Estados Unidos en México, aseveró que para la administración del presidente Joe Biden es una prioridad acelerar la transición hacia vehículos eléctricos.
La meta, especificó, es que para 2030, al menos 50 por ciento de los vehículos de pasajeros sean de cero emisiones y alcanzar el 100 por ciento en 2040.
Consideró como un progreso que el número de modelos de autos eléctricos que se ofertan en Estados Unidos se ha duplicado, mientras que las ventas se han triplicado. Igualmente, el número de puntos de recarga se han incrementado en un 40 por ciento llegando a los 130 mil.
En cuanto a las inversiones, el diplomático refirió que en los últimos dos años, la industria ha destinado 100 mil millones de dólares para la producción de autos eléctricos y baterías en la Unión Americana.