Aun cuando las microrredes pueden ser caras financieramente y que todavía no existe una regulación específica para este tipo de sistemas, los beneficios que ofrecen compensan estas desventajas.
“Hay que considerar que desde el punto de vista financiero son proyectos que no necesariamente se justifican”, aseguró Óscar Miranda Miranda, presidente de Smart Grid México.
En su participación en la mesa “Impulso a las microrredes y recursos distribuidos”, durante el Foro Energético Poblano 2022, el directivo explicó que si estos sistemas se ven solo desde el punto de vista de negocio, probablemente se encuentre al problema financiero de que es más barata la energía que adquiera de la red propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En la mesa, moderada por Abril Moreno, directora general de Energía a Debate, Miranda Miranda aclaró que, por otro lado, las microrredes ofrecen otros beneficios, como la resiliencia en sectores estratégicos en caso de que el suministro de la red se corte por alguna eventualidad.
“Hay otros beneficios que el industrial puede buscar, por ejemplo, resiliencia. Hay muchos procesos industriales que no pueden detenerse. Eventualmente, por alguna circunstancia, puede la red fallarle al industrial en el momento en que lo menos lo espera”, apuntó.
En este sentido, señaló que contar con infraestructura de una microrred es de mucho beneficio.
“Ahí no es un tema de negocio, de números, de dinero; sino que se involucran conceptos de ingeniería de valor en la que se cuantifica también monetariamente circunstancias que no son necesariamente financieras, pero que se les da un valor para poder involucrar estos indicadores también en un estudio de costo-beneficio”, añadió.
En su exposición, el también co-fundador de Smart Grid México subrayó que en materia regulatoria aún queda mucho camino por recorrer, puesto que no existe una norma específica en este tema.
“Todavía nos falta mucho en el camino de la regulación. Aunque tecnológicamente estos sistemas podrían prestar servicios a la propia red operada por CFE, o por transmisión, o al responsable de ella en el Cenace para poder manejar el equilibrio de la oferta y la demanda y que tengamos una red confiable desde el punto de vista de frecuencia, de la calidad, etcétera”, afirmó.
Consideró que si se puede ofrecer servicios que aporten a la confiabilidad de la red a través de estas microrredes, entonces se debería de poder pagar, de manera que esto ayudaría a que económicamente el industrial que va a invertir, él solo o en grupo, podría entusiasmarse más porque habría un beneficio económico.
“Aunque no hay Disposiciones Administrativas de Carácter General que las regulen, se habla mucho de la demanda controlable, que son sistemas del usuario que el operador de la red podría controlar en la medida que no le afecte en la operación al usuario y le ayuden a la resiliencia del sistema. Pero no hay una regulación adecuada”, concluyó.
Por su parte, Guillermo Arizmendi, director corporativo de Nuevos Proyectos de la CFE, manifestó que la empresa estatal ya se está preparando para recibir las instalaciones de carga de automóviles eléctricos, con miras al desarrollo de la electromovilidad en el país, así como para soportar los sistemas de almacenamiento de energía.
“Nosotros estamos preparando todas las instalaciones para permitir que esos cargadores y esas las electrolineras en México puedan todas las empresas que lo quieran instalen que vienen a México”, refirió.
En cuanto a las baterías de almacenamiento, Arizmendi expresó que la CFE debe tener listas todas las instalaciones “con una alta confiabilidad, principalmente con los esquemas de medición adecuados aislados independientes si es una industria, si es hospital, si es un centro comercial, si es un hotel”.
También aclaró que la idea es que la medición y la factura por carga de unidades eléctricas, por ejemplo, deberán ser diferentes a la del consumo normal de una casa, negocio o industria.
A pregunta expresa, el funcionario de la empresa eléctrica descartó que la instalación de sistemas aislados de la red represente un impacto negativo en las finanzas de la Comisión, especialmente cuando se habla de la electrificación de comunidades apartadas de la red.
“Los sistemas tienen un impacto económico pero es marginal porque el consumo en estas comunidades es bajo”, indicó.
Beneficios de las microrredes
De acuerdo con los especialistas, las microrredes ofrecen beneficios como una mayor resiliencia ante fenómenos naturales que afecten el servicio de la red, especialmente en sectores e instalaciones específicas, como hospitales, zonas militares, estructuras críticas de telecomunicaciones y el transporte, entre otros.
También permite que los usuarios, sean residenciales, comerciales o industriales, pueden ver reducidas sus facturas por consumo eléctrico.
Óscar Miranda anotó que los sistemas de microrredes pueden funcionar de manera aislada o conectadas a la red, a la cual puede brindar beneficios como estabilidad y calidad, esto último cuando están bien diseñadas y desarrolladas.
El Foro Energético Poblano 2022 es un evento organizado por el gobierno del Estado de Puebla junto con la Agencia de Energía del Estado de Puebla (AEEP).