Este año, el mundo generará 33 mil 800 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
En su análisis Desafiando las expectativas, las emisiones de CO2 de la quema global de combustibles fósiles crecerán en 2022 solo una fracción del gran aumento del año pasado, el organismo que lidera Fatih Birol detalló que el incremento en las emisiones de este gas de efecto invernadero será de 300 millones de toneladas, lo que contrasta con el fuerte aumento del año anterior, que se ubicó en dos mil millones de toneladas.
El avance en las emisiones, que este año se contendrá a un incremento de uno por ciento, dijo la IEA, fue contenido gracias a los avances en el uso de energías renovables a nivel mundial, así como al incremento en el uso de autos eléctricos.
“A pesar de la preocupación por los efectos de la actual crisis energética, se espera que las emisiones mundiales de dióxido de carbono procedentes de la combustión de combustibles fósiles crezcan algo menos de uno por ciento este año”, destacó el organismo.
El organismo aclaró que el crecimiento de este año fue impulsado por la generación de energía, así como el sector de la aviación, debido a que los traslados aéreos están creciendo desde los niveles mínimos generados por la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, reconoció que el incremento de las emisiones de CO2 pudo haber crecido hasta tres veces, hasta alcanzar cerca de mil millones de toneladas adicionales, si no fuera por el despliegue de energías renovables y autos eléctricos a nivel mundial.
Contraste ante la crisis energética
El organismo internacional, integrado por 30 países, entre los que está México, así como cuatro economías en proceso de integración, detalló que la crisis energética desencadenada por la invasión de Rusia a Ucrania apuntaló la demanda mundial de carbón este año, pues el gas natural tuvo un fuerte incremento en sus costos.
Sin embargo, el incremento de las emisiones de CO2 fue relativamente pequeño, pues fue compensado por la expansión de las energías renovables.
El consumo global de energía también fue afectado debido a que se frenaron considerablemente las expectativas de crecimiento económico, particularmente en Europa, debido a la tensión geopolítica causada por la invasión rusa.
Para este año, la IEA estima que la intensidad de emisiones de dióxido de carbono en la proveeduría energética global mejorará y reanudará la tendencia a la baja para los próximos años, que fue interrumpida el año pasado por la recuperación económica post Covid, que resultó altamente intensiva en emisiones.
El organismo internacional destacó que la mejora prevista para este año muestra una tendencia contraria a lo sucedido después de la crisis económica de 2008-2009, en la que se produjeron alzas considerables en la intensidad de CO2 durante varios años después del shock económico.