Una de las cosas positivas de la nueva Ley del Sector Eléctrico (LESE) es que prevé la persistencia del Mercado Eléctrico Mayorista. Indica que habrá generadores de mercado, un ente encargado del despacho y despacho por mérito, además de suministro calificado en competencia.
En otras palabras, habrá quien produzca, quien se encargue del transporte y quien venda y compre para el consumo final. Pero, ¿habrá producto suficiente? O, ¿de dónde saldrá? Pongamos en contexto.
Actualmente alrededor de 35 % de la energía que transita por el Sistema Eléctrico Nacional está en el régimen legado de autoabastecimiento. El Mercado Eléctrico tiene apenas un 9 % y el resto está comprometido con el suministro básico que solo ejerce y ejercerá CFE.
En teoría, ese 35 % debe ir decreciendo y pasando su energía al 9 % que está en Mercado Eléctrico para que, a más tardar en 2039, los contratos de interconexión legados de autoabastecimiento dejen de tener vigencia y ese 9 pase, por lo menos, a 44 %. Pero no es el único espacio de crecimiento.
También en teoría, los grandes consumidores deberían ir migrando a Mercado Eléctrico. Hablamos de por lo menos unos mil usuarios de CFE Suministrador de Servicio Básico en tarifas DIT o DIST, a quienes conviene dejar la tarifa regulada para salir al mercado y obtener con ello ahorros por los costos más competitivos de la energía. Aquí hubo una omisión en la LESE. La ley anterior preveía que todo nuevo usuario de energía con demandas superiores a 1 megawatt (MW) se hiciera automáticamente usuario calificado. La nueva ley no prevé esa obligación. Sin embargo, los ahorros harían que cualquier empresa con demanda suficiente migre al mercado. Algo interesante es: ¿cuál energía será más barata: la de suministro básico o la de calificado?
Recordemos dos factores, contradictorios entre sí: por un lado se mantiene el despacho por mérito económico en la nueva ley, pero por otro lado se ordena que por lo menos el 54 % de la energía que se despacha provenga de centrales propiedad del Estado. El asunto es que al dar prioridad al monopolio del suministro básico, la CFE-SSB, se asegura de tener energía con sus propias centrales, con los contratos de los PIE y subastas (que son los más económicos para SSB), además de las centrales de inversión mixta y los contratos de largo plazo.
Ambas modalidades, mixtas y largo plazo con enajenación final de CFE, no son esquemas que aporten confianza al inversionista, por lo que difícilmente veremos costos tan competitivos como los viejos PIE o las subastas.
Entonces, es posible que el Mercado Eléctrico se llene de contratos con competencia a costos más competitivos que los de compra de CFE, a diferencia del modelo LIE. Sin embargo, el factor incertidumbre (reforma judicial) tampoco abona a la confianza en las inversiones de generación para el MEM, aunque sí haya competencia.
El crecimiento de la oferta también estará limitado por las planeaciones del sistema, que ahora será vinculante; sin embargo, la planeación no puede ser ajena al crecimiento de la demanda.
“El único factor que podría frenar el Mercado Eléctrico es el apetito de Suministro Básico como consecuencia de perder más dinero”
El único factor que podría frenar el Mercado Eléctrico es el apetito de Suministro Básico como consecuencia de perder más dinero (recordemos que los costos de CFE son los más altos del mercado y no se alcanzan a cubrir con las tarifas) y que quieran imponer la permanencia en SSB a los grandes consumidores. Eso sería perder para todos, incluida la CFE. Y aunque en el sexenio pasado se apostó por crecer a la empresa a costa de perder más dinero, en este gobierno parece haber una visión distinta. Esperemos.
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