En la última semana, el precio del West Texas Intermediate se ha ubicado entre 72.46 dólares y 69.56 dólares por barril en sus cierres, una variación estimada de cuatro por ciento en un panorama que incrementa la inestabilidad en el precio del hidrocarburo.
Entre el miércoles y el jueves, el precio del hidrocarburo de referencia en Estados Unidos cerró con una caída de 4.09 por ciento, al ubicarse en 69.56 dólares por barril.
Las presiones a la baja para el precio del petróleo se debieron a la expectativa de una menor demanda con el endurecimiento de la política monetaria de los bancos europeos, dijo Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
La especialista recordó que en Europa los bancos centrales subieron las tasas de interés referencial, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos también podría presentar nuevos incrementos.
Sin embargo, el informe de la Administración de Información Energética de Estados Unidos mostró una demanda fuerte en ese país, pues la semana previa el almacenamiento de petróleo bajó 3.8 millones de barriles, hasta 463.3 millones de barriles, debido a un incremento de las exportaciones y una baja en las importaciones.
Por su parte, el total de productos petrolíferos suministrados, indicador conocido como la demanda implícita de energéticos, se elevó a 20.93 millones de barriles diarios, su mayor nivel desde diciembre de 2022.
“La demanda implícita por gasolina aumentó 1.98 por ciento a 9.38 millones de barriles diarios, mientras que la demanda por combustible para avión y destilados aumentó 18.86 por ciento y 11.30 por ciento, respectivamente a 1.83 y 3.98 millones de barriles diarios”, añadió.