Ulises Juárez / Energía a Debate
Un panel de técnicos expertos recomendó que para la instalación de nuevas centrales de generación con base en energías renovables, y cualquier otra, debe observarse “con dureza” el código de red vigente, con el fin de evitar que las redes de transmisión colapsen de la forma en que lo hicieron el 28 de diciembre de 2020.
De igual forma, advirtieron que deben revisarse las líneas de transmisión sobre todo a partir de la Reforma Energética de 2014 porque de lo contrario, continuarán presentándose incidentes como el de ese día.
“Hay que aprovechar a pie juntillas lo que el código de red vigente establece, y el código de red establece que la inserción de nuevas centrales, independientemente de su tecnología, es mejorar el desempeño del Sistema en los aspectos de seguridad, confiabilidad, etcétera”, aseguró Ricardo Mota Palomino.
Él es uno de los ocho especialistas que conforman un panel de expertos que realizaron un estudio para determinar las causas, detalles y consecuencias de la salida de operación de varias líneas de transmisión eléctrica y centrales de generación como consecuencia de la quema de basura y pastizales que afectó dos líneas entre Monterrey, Nuevo León, y Tampico, Tamaulipas.
“Cuando se abre la capacidad a nuevos proyectos de generación que van a tener un impacto en la red, debe de venir acompañada con las soluciones técnicas que permitan realmente mantener el control y la seguridad del sistema”, agregó en conferencia de prensa ofrecida esta mañana por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Entonces, lo que estamos diciendo es que hay que observar con fuerza, digamos, con dureza lo que el código de red vigente establecen”, subrayó en la conferencia semi presencial en la que se estuvieron presentes la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, y el director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.
En su exposición, Mota Palomino insistió en que previo al llamado “disturbio”, la red nacional de transmisión presentaba un bajo porcentaje de energía hidroeléctrica porque acababa de pasar la temporada de lluvias y, por el contrario, había un alto porcentaje record de energía renovable, principalmente eólica, esto en especial en la zona noreste del país.
Además, dijo, en el norte había poca demanda de energía con exceso de producción, de manera que se estaba desahogando el excedente hacia la zona sur, por lo que las líneas estaban saturadas.
Sin embargo, dentro de los hallazgos, mencionó que en el disturbio fallaron los sistemas de protección de primera y segunda línea, provocando que el proceso de daño se hiciera imparable, perdiendo estabilidad gran parte del sistema.
Al respecto, Héctor Altuver Ferrer, comentó que México tiene un buen sistema de protección de las líneas en términos de tecnologías y estado físico, pero recomendó que se revisen los ajustes que tienen y, relacionado con ello, también aconsejó aumentar la capacitación del personal técnico, ya que algunos son muy jóvenes.
Altuver hizo hincapié en que accidentes como el que se presentó el 28 de diciembre de 2020 son inevitables, no solo en México, sino en cualquier otro país, sobre todo en instalaciones que se encuentran expuestas a la intemperie.
“Las fallas son inevitables, es imposible diseñar y construir un sistema eléctrico de potencia infalible, siempre van a ocurrir fallas, en particular en las líneas aéreas de transmisión que están expuestas a las inclemencias del tiempo, a los incendios”, reconoció.
Precisó que 80% de las fallas que ocurren en los sistemas eléctricos suceden precisamente en las líneas eléctricas aéreas y apuntó que son inevitables. “No podemos evitar que le caiga un rayo a una línea que alguien prenda un incendio bajo una de las líneas, que un tornado dañe una estructura, van a seguir ocurriendo fallas”, añadió.
En la conferencia se expuso también que el parque eólico San Carlos, de la empresa española ACCIONA y ubicado en Tamaulipas, presentaba una serie de incumplimientos para su interconexión y funcionamiento; sin embargo, Nahúm Román Vargas reconoció que es un problema no solo de las renovables, sino de plantas con cualquier otra tecnología.
“(Es) una cuestión del incumplimiento, al incumplimiento de los generadores en general, no solamente los renovables. En general”, asentó.
Detalló que, durante sus investigaciones que duraron unos tres meses, encontraron que hubo generadores que se desconectaron indebidamente, lo que provocó una caída de la frecuencia en el sistema.
Por último, Altuver Ferrer afirmó que no es posible afirmar que el problema del disturbio de diciembre de 2020 pueda ser atribuible solo a las energías renovables.
“No podemos decir que un disturbio es atribuible solo a la presencia de generación intermitente”, apuntó.
“Está la falla, están en el caso de este disturbio en particular, ocurrieron los dos cortos circuitos que sacaron simultáneamente dos líneas que estaban transmitiendo un buen bloque de potencia del norte hacia el sur, hubo el problema de la operación incorrecta de esas protecciones y de otras cuatro líneas y el resultado que se perdió casi totalmente el enlace norte-sur”, explico.
Y agregó: “Todavía ahí, los generadores independientes, donde entraban en el conjunto de factores que contribuyó a incrementar el disturbio”.
En el panel de expertos que analizó el disturbio del 28 de diciembre también participaron Luis Escalante Espinosa, Jorge Betanzos Manuel, Carlos Morán Ramírez, Sergio Guerrero Alcázar y Francisco Javier Peñaloza.