Francisco J. Barnés de Castro y Francisco Salazar Diez de Sollano
Recientemente, diversos funcionarios del gobierno han venido argumentando que el esquema de cargos de transmisión para permisionarios del régimen legado con centrales de generación a base de fuentes de energía renovable o cogeneración eficiente (el denominado “porteo verde”) constituye un subsidio en detrimento de las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que, por tanto, debería ser ajustado o derogado.
En ese sentido debe entenderse la RES/893/2020, expedida por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que cambió la metodología que dio lugar al porteo verde; a través de las resoluciones RES/066/2010 y RES/194/2019 para aumentar los cargos originales en hasta un 775%. O bien el artículo cuarto transitorio de la reciente reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE); tiene como propósito revocar los permisos de autoabastecimiento que constituyen un “fraude a la ley”; y, con ello, los convenios de transmisión en los que estaba considerado el referido porteo.
Independientemente de la validez legal de dichas acciones, que al momento se encuentran suspendidas por el Poder Judicial, es importante recordar que, cuando la CRE aprobó el “porteo verde” para la electricidad generada con energías limpias, argumentó y fundamentó que dicho instrumento se expedía en respuesta a un mandato de ley; que el mismo cubría los costos operativos de CFE; reconocía las inversiones de transmisión realizadas por los permisionarios y aportadas a CFE; que era un mecanismo que internalizaba las externalidades ambientales de las distintas tecnologías y que, además, representaba un ahorro para CFE.
En relación con este último argumento, es importante señalar que dicho ahorro provenía de los costos evitados; ante un esquema tarifario que le impedía a la CFE recuperar la totalidad de sus costos variables de generación. Con la generación de energía limpia que se esperaba promover con este incentivo, la energía aportada por las sociedades de autoabastecimiento con centrales de energías limpias a los socios de alto consumo evitaba las pérdidas de CFE por generar con plantas térmicas convencionales que operaban con combustóleo y con diésel, cuyos costos variables de generación no se cubrían plenamente con las tarifas vigentes en aquel momento.
Este ahorro para la CFE fue considerable durante el tiempo en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) determinó las tarifas. Aún ahora, con las tarifas autorizadas por la CRE, sigue siendo vigente pues, como se verá más adelante, la generación con fuentes renovables, como la de los permisionarios de autoabastecimiento, sigue representando ahorros para el sistema; que son comparables con las diferencias entre las tarifas de transmisión para el servicio público y las del porteo verde.
A partir de la entrada en vigor de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), el esquema del porteo verde para las energías limpias se conservó únicamente para las centrales con un contrato de interconexión legado vigente, que caduca en un tiempo preestablecido. Mientras, para las nuevas centrales de energías limpias o la ampliación de las existentes, la LIE otorga el beneficio de los Certificados de Energías Limpias (CEL); éstos se obtienen por cada megawatt-hora (MWh) de electricidad limpia generado e inyectado a la red.
En relación con esto, también se ha alegado que la LIE, al haber obligado a CFE a adquirir energía limpia y los correspondientes CEL a través del mecanismo de subasta de largo plazo, la ha obligado a incurrir en pérdidas adicionales.
El análisis realizado muestra, por el contrario, que la adquisición de energía limpia y los correspondientes CEL a través de las subastas, le ha permitido a la CFE evitar incurrir en costos variables de generación de sus centrales térmicas, que son muy superiores al valor de la energía adquirida.
Como se explica en las siguientes secciones, los ahorros referidos se estiman a partir del consumo evitado de combustibles y del valor de las emisiones asociadas a partir de su precio en el mercado europeo, que es el más profundo y líquido para el caso del CO2, y del mercado histórico de Estados Unidos para el SO2.
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Costos evitados por CFE por la adquisición de energías limpias