Mucho se menciona hoy en día en el debate nacional sobre el tan mencionado capitulo octavo del T-MEC, donde no se acaba de entender el tema de la hermenéutica en tratados internacionales, pero trataré de darles una pequeña explicación. Cuando firmas un tratado internacional debes saber que cedes cierta parte de tu soberanía (Fundamental en Derecho Internacional). La competitividad de México depende, en parte, de su capacidad para integrarse a un mercado norteamericano que aproveche la alianza del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Un elemento fundamental incluido en el T-MEC es la presencia de un mercado energético competitivo.
“…la consulta y tentativos paneles de arbitraje serían obstáculos severos para el aprovechamiento del T-MEC…”
En el contexto sobre la discusión de las consultas promovidas por EEUU y Canadá sobre las violaciones por parte del gobierno de México acerca de las políticas públicas en energía de este último no solo es en el tema de un ya tan mencionado capitulo octavo, que muchos buscan para justificar de forma errónea el reconcentrar las actividades del sector en un antiguo modelo centrado en el Estado, sino que analiza los efectos de una aprobación de la iniciativa y sus posibles secuelas en el marco del T-MEC. Los análisis concluyen que la consulta y tentativos paneles de arbitraje serían obstáculos severos para el aprovechamiento del T-MEC, ya que genera conflictos con sus disposiciones, afecta el mercado energético regional y a los exportadores de México y, al final del día, resta atractividad al país como alternativa de inversión frente a China.
La iniciativa de Reforma Energética tiene implicaciones nocivas en materia de Estado de Derecho en el país, el manejo sustentable de la economía y el cuidado del medio ambiente, así como la ejecución de otros sectores de negocios que perjudicarían a la economía nacional.
Los obstáculos para un mejor aprovechamiento del T-MEC:
- Múltiples violaciones de las disposiciones del T-MEC. Desde sus disposiciones en materia energética, derechos de los inversionistas, comportamiento de las empresas propiedad del Estado, medio ambiente, hasta competencia económica y comercio transfronterizo de servicios, entre otros. Capítulos como los de Inversión, Empresas Propiedad del Estado y Monopolios Designados, Medio Ambiente o Solución de Controversias entrarían en conflicto con la política energética de México en caso de que la iniciativa sea aprobada en el Congreso de la Unión. México corre el riesgo de tener que defender su política energética en paneles internacionales. Estados Unidos y Canadá, al igual que actores privados del sector energético, podrán recurrir a las protecciones que ofrecen tanto el TLCAN como el T-MEC para impugnar la reducción de su participación permitida en el sector, la cual está contemplada en el tratado.
- Afectación a industrias productoras agrícolas, o bien, industrias estratégicas para el crecimiento económico. Si bien los potenciales efectos adversos de la iniciativa de reforma energética alcanzarían a todas las industrias del país, hay ciertas actividades que se verían afectadas en mayor medida dado su alto consumo de electricidad. El deterioro en su desempeño impactaría al resto de la economía nacional.
- Pérdida de credibilidad mundial para atraer mayores inversiones. En el contexto de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el país pierde la oportunidad de colocarse como aliado de la región y así consolidarse como un destino principal de inversión de alto valor agregado.
- Reducir la competitividad regional de América del Norte al limitar las posibilidades de aprovechar la complementariedad en materia energética de los tres países a través, por ejemplo, de la expansión de las redes de ductos y líneas de transmisión que permitan el transporte de gas y electricidad entre los países. México sería el principal beneficiario de un mercado energético integrado que le permitiría desarrollar la infraestructura para aprovechar los precios competitivos del otro lado de la frontera y fortalecer su seguridad energética a partir de más interconexiones de las redes (transmisión y ductos) con el país vecino.
México necesita un mercado energético competitivo no solo por su geolocalización mundial, sino para que se busque fortalecer la economía mexicana y que refrende el compromiso con el Estado de Derecho para detonar mayores niveles de inversión.
- Incluir a México en carta paralela EUA-Canadá de cooperación en energía, donde se plasma una serie de compromisos en esta materia, especialmente referente a medidas regulatorias y transparencia regulatoria, así como disciplinas relacionadas con el acceso a infraestructura de transmisión y ductos.
- Invertir en infraestructura energética transfronteriza y en energía e infraestructura logística en América Central.
- El apoyo a las energías limpias en marco de mayor competitividad no solo en Norteamérica, sino a nivel mundial en el tema comercio exterior y cambio climático.
Mucho se habla en estos días sobre si el titular del Ejecutivo podría promulgar un decreto para abandonar el T-MEC. Esto en cierto escenario no es tan sencillo, ya que tendría que solicitarlo y enseguida ser aprobado por el Senado, como lo establece en el artículo 76, fracción I, así como del artículo 89, fracción X, de nuestra Constitución política. No olvidemos que no se cuenta con la mayoría en el Senado para llegar a tales extremos.
Seguiremos atentamente sobre qué se dará a conocer el 16 de septiembre acerca de los temas técnicos y legales de la consulta del T-MEC. México no necesita tener una clase de sentimientos patrióticos.
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