La Unión Europea está considerando la aplicación de Ajustes Fronterizos por contenido de Carbono (Border Carbon Adjustments, o BCA) como una de varias estrategias que le ayude a alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para mediados de siglo.
Este mecanismo ayudaría a prevenir impactos negativos en competitividad internacional a la industria europea y para evitar que la industria migre para aprovechar legislación más laxa en países con los que se tiene actividad comercial (las llamadas fugas de carbono).
La discusión en torno a los BCA resurge tras la adopción del Pacto Verde Europeo (el plan de acción climática, económica y de desarrollo de la Unión Europea) presentado en 2019 por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Este Pacto incluye dentro de sus metas lograr que la UE en su conjunto sea carbono-neutral en 2050. Actualmente la propuesta sobre el BCA se encuentra en consulta pública, para enero del 2021 se espera la publicación de la evaluación de impactos y la adopción legislativa podría darse a mediados del 2021.
La implementación de este tipo de medidas sujeta a los productores europeos de distintos sectores a ambiciosas políticas ambientales y costos para mitigar los impactos del cambio climático. Debido a ello pudieran enfrentarse a condiciones desiguales frente a competidores de otros países donde las industrias no tienen que invertir en medidas de mitigación comparables en su grado de ambición.
En el marco del webinar “Mexico-EU sobre Border Carbon Adjustments”, realizado el pasado 27 de agosto por la European Roundtable on Climate Change and Sustainable Transition (ERCST) e Iniciativa Climática de México (ICM), los expertos explicaron que la legislación de los Ajustes Fronterizos por Carbono conlleva implicaciones económicas, ambientales, legales y políticas de alcance global. Por ello, la Unión Europea tiene interés en conocer las percepciones y reacciones de sus principales socios comerciales –entre ellos México– ante su posible implementación en 2021.
“Este evento reunió a representantes y expertos de diferentes sectores de México y la Unión Europea, a participantes de la academia y de la sociedad civil para discutir las principales reacciones mexicanas frente a la posible introducción de Ajustes Fronterizos de Carbono en la Unión Europea”, introdujo Adrián Fernández, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México.
En el evento participaron como panelistas, por parte de México, José Ramón Ardavín, director ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (CESPEDES); Isabel Studer, directora fundadora del Instituto Global para la Sostenibilidad, y Carlos Muñoz Piña, director de Investigación e Integridad de Datos en la oficina global de World Resources Institute. Por parte de Europa, estuvieron presentes Kenneth. L. Madsen del Consejo Danés de Agricultura y Alimento, y Angela Mans de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA).
Andrei Marcu, director ejecutivo de ERCST, y Michael Mehling, investigador del MIT y representante de ERCST, explicaron el estado del proceso en la Unión Europea hacia la potencial implementación del BCA. Destacaron que el diseño de un BCA depende de la evaluación de criterios específicos como los beneficios medioambientales, los beneficios sobre la competitividad, la viabilidad legal y política, así como la tecnológica y administrativa. Adicionalmente, comentaron que los primeros avances en el diseño sugieren que el BCA tendrá efecto sobre bienes específicos que la Unión Europea importa actualmente (e.g. el cemento, el acero y la electricidad).
Kenneth. L. Madsen comentó que están a favor de la iniciativa, pero aún tienen escepticismo sobre cómo se pondrá en práctica. Mencionó que sería importante considerar el BCA tanto para importaciones como exportaciones de la Unión Europea.
Por su parte, Angela Mans resaltó que el diseño del BCA debe respetar las reglas de la Organización Mundial del Comercio y los tratados de libre comercio de la Unión Europea.
Sobre los potenciales impactos del BCA en la industria y el comercio mexicano, Isabel Studer comentó que sería necesario considerar las posturas de Estados Unidos y de Canadá, dada la fuerte integración económica de América del Norte. José Ramón Ardavín agregó que la postura de México se irá esclareciendo en medida que la Unión Europea comparta propuestas específicas de diseño y exista más información; por ejemplo, de los bienes específicos sobre los cuales tendría efecto el BCA.
Por su parte, Carlos Muñoz Piña subrayó la importancia de este tipo de iniciativas para fomentar el fortalecimiento de políticas ambientales y de precio al carbono en otras regiones de acuerdo con las circunstancias específicas de cada socio comercial.
Andrei Marcu explicó que los resultados de éste y otros diálogos similares serán insumos para un reporte sobre las perspectivas internacionales y opciones de diseño de los ajustes fronterizos de carbono que publicará ERCST a finales de septiembre.
Adrián Fernández comentó que Iniciativa Climática de México continuará convocando a expertos nacionales e internacionales para profundizar el análisis sobre las implicaciones en México de la aplicación de instrumentos como los BCA por parte de nuestros socios comerciales más importantes.
Estas nuevas tendencias en el mundo subrayan la importancia que tendrá en un mundo globalizado que México y los demás países emergentes cumplan fielmente con las metas de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero que se han comprometido ante el Acuerdo de Paris.
Más información en el sitio oficial de ERCST.