Ulises Juárez / Energía a Debate
En un lapso de 15 años podrían instalarse en el país un total de 25 mil páneles solares, con un esquema de un 20 por ciento de descuento para los usuarios, a fin de terminar con el subsidio eléctrico.
Al explicar el mecanismo para implementar el bono solar para sustituir este subsidio con el financiamiento de la generación distribuida por medio de paneles solares, Daniel Chacón, director de Energía de Iniciativa Climática de México (ICM), dijo que si la próxima administración federal acepta el esquema, podría comenzar a implementarse en el segundo año de gobierno.
Durante el seminario “Bono Solar: Follow up y comunicación estratégica”, refirió que en 2018 se autorizaron recursos por 15 millones de pesos del Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (FOTEASE) para poner en marcha un “proyecto demostrativo” del bono solar.
Este proyecto, consistente en la instalación de 635 techos solares, tiene la intención de demostrar que sí puede haber un subsidio evitado, que hay buena disposición por parte de la gente para el uso de los páneles solares y que técnicamente sí se puede lograr la generación meta, señaló.
En la propuesta, de acuerdo con el especialista, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fungiría como un coordinador del programa, pero la instalación y el mantenimiento sería por parte de terceros privados.
Chacón recordó que en 2017 el subsidio eléctrico alcanzó los 120 millones de pesos y la tendencia actual lleva a “quemar” un millón de millones de pesos en el futuro en este renglón.
“En los últimos 15 años se han quemado un millón de millones de pesos en subsidio, y la tendencia es que seguiremos quemando un millón de millones de pesos”, advirtió.
También manifestó que eliminar el subsidio no es fácil, principalmente porque tiene un componente político.
Previó que para el año 2040, el monto por este concepto en México podrá llegar a los 200 mil millones de dólares, citando a la Agencia Internacional de Energía.
El consumo domiciliario, donde está aplicado el subsidio, representa el 25 por ciento del consumo eléctrico del país, expuso.
Por su parte, Lucas Grosseheide, de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, comentó que en 2019 la Agencia realizará un estudio de mercado para determinar la aceptación de los páneles solares por parte de la población.
El estudio, dijo, se efectuará con apoyo del INEGI e incluirá el diseño e implementación de una campaña de comunicación y sensibilización para crear mayor aceptación de los techos solares.
Chacón calculó también que, de aplicarse el bono solar en un plazo de 15 años, los primeros siete años corresponderían a periodo de arranque y financiamiento.
En el plazo del año 8 al 13 se repondría el crédito y es en este lapso en el que el subsidio evitado acumulado proveería de recursos al fondo revolvente para continuar con el programa.
Al final, los dos últimos años el subsidio desaparecería totalmente y el bono solar decrecentaría por el abaratamiento de la energía fotovoltaica.
La idea, apuntó, es salvar las finanzas públicas del subsidio y, en ello, que la tecnología ayude a abaratar los costos de los sistemas fotovoltaicos.
En su oportunidad, Rigoberto García, investigador sobre temas de ambiente y recursos naturales del Colegio de la Frontera Norte, expuso cómo el bono solar podría mitigar la pobreza energética.
Enlazado vía Internet, García abundó en el gasto eléctrico doméstico por género y por actividad, y afirmó que la generación distribuida contribuiría a abatir la pobreza eléctrica principalmente en zonas marginadas del país.
El seminario fue organizado por la Agencia alemana de Coorperación para el Desarrollo, GIZ, e Iniciativa Climática de México, con la asistencia de representantes de la industria de los páneles solares fotovoltaicos, analistas, investigadores y de organismos internacionales.