Ulises Juárez / Energía a Debate
Si bien la actual administración contempla el desarrollo de las energías renovables para poder alcanzar los objetivos planteados como país para mitigar los efectos del cambio climático, no descarta el uso del carbón para la generación eléctrica, sobre todo por un tema social.
Katya Puga Cornejo, subsecretaria de Planeación de Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), rechazó las versiones que han surgido de que durante este sexenio la generación eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se va a “carbonizar”, en detrimento del desarrollo de las energías renovables.
“No estamos en una disyuntiva de si es una cosa u otra, sino de encontrar estas integraciones estratégicas que nos permitan cumplir con nuestros objetivos que tenemos como gobierno”, aseguró durante la presentación de los resultados del documento “Eligiendo el camino correcto: Opciones de bajo costo para fortalecer las metas climáticas de México logrando beneficios sociales a largo plazo”, elaborado por el WRI México en coordinación con Iniciativa Climática de México (ICM).
Puga Cornejo argumentó que el tema del carbón en algunas zonas del estado de Coahuila, por ejemplo, tiene que ver con las comunidades que viven de esta industria, por lo que aseguró que en la transición hacia energías más limpias se tiene que pensar en los impactos sociales.
“Pienso en Coahuila, por ejemplo, que hay una relación importante con el rol que juega esa industria y que para poder transitar hacia una generación de energía (limpia), también hay que pensar en los impactos sociales de estas medidas de mitigación al cambio climático, necesitamos plantear una ruta de salida del carbón y una alternativa productiva, económica e industrial para las zonas que dependen de la extracción y de los ingresos que generan sus actividades”, expuso la funcionaria.
Puga Cornejo también apuntó que la administración actual ha planteado incrementar la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables de 25 a 28 por ciento en el plazo 2019-2024, meta establecida en el Plan Nacional de Desarrollo para el mismo periodo.
Por su parte, Adrián Fernández Bremauntz, director ejecutivo de ICM, aseguró que por el momento no se va a subsidiar el precio de las gasolinas en el país, una medida que consideró como correcta.
“Por el momento no se van a subsidiar las gasolinas, insisto que es correcto”, subrayó en rueda de prensa después de la presentación del documento.
“Es un tema controversial y, sin embargo, la Secretaría de Energía tomó una decisión absolutamente correcta y quienes estamos en los grupos de la sociedad civil tenemos que apoyar el que no hayan bajado los precios de los combustibles, que no se haya disminuido el IEPS (impuesto especial sobre productos y servicios) es una decisión absolutamente correcta”, explicó el especialista en sustentabilidad y cambio climático.
Agregó que el subsidio, anunciado por el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuando era candidato al cargo, habría sido grave para el combate contra el cambio climático y en las emisiones. “Es lo correcto que no se abarataron y hay que hacer más de esas cosas”, agregó.
El reporte “Eligiendo el camino correcto: Opciones de bajo costo para fortalecer las metas climáticas de México logrando beneficios sociales a largo plazo”, tiene como propósito ayudar a los tomadores de decisiones a identificar las opciones que podrían incluirse en un portafolio de políticas de bajo costo y con ello avanzar en las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de México.
El documento, liderado por WRI con fondos del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ, por sus siglas en alemán), destaca que la implementación de las políticas necesarias para este propósito requerirá de una inversión total cercana a los 100 mil millones de dólares entre 2018 y 2030, lo que a opinión del documento, es económicamente viable debido a que esa cifra representa menos de 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El impacto en la economía sería positivo, añade el documento, porque generaría un valor estimado en 105 mil millones de dólares a valor neto del 2030, además de otros beneficios no cuantificables monetariamente, como vidas salvadas.
A este respecto, Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI México, advirtió que actualmente un millón de especies en el mundo se están perdiendo como efecto del cambio climático. De esa cifra, 82 por ciento corresponde a “biomasa de mamíferos”, esto es, uno de cada cuatro mamíferos está en peligro de extinción.
En un tono más optimista, dijo que esta situación es una oportunidad para el cambio tecnológico y especificó que México tiene todas las posibilidades para avanzar en sus políticas de mitigación. Las relacionadas con eficiencia energética, añadió, son un buen ejemplo.
El documento fue elaborado y presentado por Andrés Flores Montalvo y Juan Carlos Altamirano, director de Cambio Climático y Energía, y economista senior de la Oficina Global, respectivamente, ambos de WRI México.
En la presentación también participó Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien sugirió que en el reporte se incluya el aspecto de adaptación al cambio climático. “Es probable que adaptarnos al cambio climático nos salga más caro que reducir nuestras emisiones”, manifestó.
Consulte el reporte completo en el sitio de Internet de WRI México.