Redacción / Energía a Debate
Las energías renovables de gran escala, especialmente la solar fotovoltaica y la eólica, son las grandes ausentes en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, dado a conocer este viernes por el gobierno federal.
Aun cuando en el documento publicado en el Diario Oficial de la Federación se hace referencia a las energías limpias, los proyectos solares y fotovoltaicos se dejan para la electrificación de comunidades aisladas de la red nacional eléctrica.
“La nueva política energética del Estado mexicano impulsará el desarrollo sostenible mediante la incorporación de poblaciones y comunidades a la producción de energía con fuentes renovables, mismas que serán fundamentales para dotar de electricidad a las pequeñas comunidades aisladas que aún carecen de ella y que suman unos dos millones de habitantes”, dice el Plan.
Por ello, fiel a su visión social de gobierno, asienta: “La transición energética dará pie para impulsar el surgimiento de un sector social en ese ramo, así como para alentar la reindustrialización del país”.
Si bien las energías renovables actualmente representan alrededor de 20 por ciento de la canasta energética del país, incluyendo la hidroeléctrica, en los últimos años se han incrementado gracias a los proyectos derivados de las tres subastas de largo plazo.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía (Sener), en 2012 la generación solar y eólica representaba apenas 4 por ciento de la canasta total de generación, misma que pasó a 11 por ciento para principios de 2018.
Tan solo en energía solar, la capacidad de generación nacional se incrementó de 3 mil 75 megawatts (MW) a 4 mil 57 MW durante el primer semestre de 2019, según reportó recientemente la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex).
Ya en marzo pasado, Abelardo González Quijano, entonces jefe de la Unidad de Energías Renovables de la Sener, había adelantado en el marco de un evento precisamente de energías limpias que se cancelaban definitivamente las subastas eléctricas de largo plazo, y que serían reemplazadas por un modelo integral descentralizado con carácter social, en el que participarían el gobierno, la sociedad y la iniciativa privada.
Más tarde, la titular de la Sener, Rocío Nahle García, matizaría al afirmar que las subastas quedaban “suspendidas” hasta que las empresas ganadoras terminaran de construir la infraestructura y comenzaran a producir energía.
El PND está dividido en tres grandes ejes: Política y gobierno, Política social y Economía, en el cual se reiteran las políticas públicas de la actual administración ya anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y miembros de su gabinete, combinadas con algunos planteamientos ideológicos.
“Durante décadas, la élite neoliberal se empeñó en reducir el Estado a un aparato administrativo al servicio de las grandes corporaciones y un instrumento coercitivo en contra de las mayorías. Su idea de que las instituciones públicas debían renunciar a su papel como rectoras e impulsoras del desarrollo, la justicia y el bienestar, y que bastaba ‘la mano invisible del mercado’ para corregir distorsiones, desequilibrios, injusticias y aberraciones, fue una costosa insensatez”, se lee en el apartado El mercado no sustituye al Estado.
Respecto al sector energético, el Plan afirma: “La reforma energética impuesta por el régimen anterior causó un daño gravísimo a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, empresas productivas del Estado que ya venían sufriendo el embate de los designios privatizadores”.
Por ello, apunta, en vez de ello, durante este sexenio, ambas empresas recibirán recursos extraordinarios para la modernización de sus respectivas infraestructuras y se revisará sus cargas fiscales.
En este sentido, el PND proyecta lo que las autoridades ya han anunciado: la rehabilitación de las seis refinerías existentes, “que se encuentran en una deplorable situación de abandono y saqueo”, la construcción de la planta de Dos Bocas, en Tabasco, y la modernización de las instalaciones generadoras de electricidad propiedad del Estado, particularmente las hidroeléctricas.
Asimismo, el Plan contempla la rehabilitación de las plantas de producción de fertilizantes con el fin de apoyar a los productores agrícolas.
En el renglón Proyectos regionales, en su punto número dos Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, el PND retoma el proyecto de establecer un Corredor Multimodal Interoceánico entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca.
Entre los proyectos energéticos para este conjunto de obras de infraestructura, se asegura que se garantizará el abasto de energía, de agua, la conectividad digital y otros insumos básicos para cubrir las necesidades de las empresas y de la población trabajadora, así como la construcción de un gasoducto.