(De Izq. a Der.) Andres Albo Márquez, Francisco Barnés de Castro, Manuel Pulgar-Vidal, José Sarukhan Kermez, José Ramón Ardavin.
Redacción / Energía a Debate
Son imprescindibles la generación de electricidad limpia, la movilidad sustentable y el abatimiento de la deforestación para que México cumpla con sus metas de combate al cambio climático, de acuerdo con las conclusiones del Foro “Avances y Perspectivas de México en el Cumplimiento de las Metas del Acuerdo de París 2019-2030”
En el evento, organizado por la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (CESPEDES) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) se recordó que México fue uno de los primeros países en adherirse al Acuerdo de París, y se comprometió ante la comunidad internacional a reducir, de manera no condicionada, el 22% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, con respecto a su línea base (tendencia de emisiones) al año 2030.
Esto implica alcanzar una reducción de emisiones de 211 millones de toneladas de CO2 equivalente anual, pasando de 973 millones como tendencia al 2030, a 762 millones, a raíz de los compromisos nacionales.
De este volumen a reducir, el sector de generación de electricidad deberá aportar 30% a la meta; el de transporte 23%, y el de uso de suelo y cambio de uso de suelo 22%, respectivamente, lo que significa que estos tres sectores representan el 75% de la meta. Si no se logran avances significativos en los mismos, México no podrá cumplir con la meta comprometida ante la comunidad internacional, ni contribuir eficazmente a este esfuerzo global.
El evento de CESPEDES y WWF se realizó a tres semanas de la cumbre climática mundial convocada en Nueva York por el Secretario General de la ONU, António Guterres y reunió a especialistas del sector público, privado y de la sociedad civil, que debatieron sobre las perspectivas de México hacia el cumplimiento de estas metas.
Durante la inauguración del foro, el Lic. Andrés Albo Márquez, presidente de CESPEDES, destacó que es fundamental que el Gobierno de México clarifique o establezca políticas públicas que faciliten alcanzar las metas señaladas en los sectores referidos y aporten certidumbre de largo plazo a las inversiones requeridas.
El director de políticas públicas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Javier Treviño, a nombre del Presidente de la institución, destacó la importancia del acuerdo logrado esta semana entre el Gobierno de México y las empresas constructoras y operadoras de gasoductos, por las ventajas ambientales y económicas del gas natural respecto al combustóleo y al diésel, para dinamizar la actividad económica de la región sur y sureste del país.
Martha Delgado, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, destacó el papel proactivo de México en las negociaciones climáticas internacionales, y tanto ella como la Dra. Amparo Martínez, Directora General del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático de SEMARNAT, reiteraron la apertura al sector privado para continuar aportando iniciativas, proyectos y apoyo en dichas negociaciones.
El foro contó con la participación de Manuel Pulgar Vidal, líder de la práctica de Clima y Energía de WWF, también ex Ministro de Medio Ambiente de Perú y ex presidente de la 20ª Conferencia de las Partes (COP 20) celebrada en Lima en 2014, previa a la histórica COP 21 en la que se aprobó el Acuerdo de París. Ofrecieron conferencias magistrales tanto él como Francisco Barnés de Castro, exrector de la UNAM y ex comisionado de la Comisión Reguladora de Energía, y el Dr. José Sarukhán Kermes, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y también exrector de la máxima casa de estudios.
Los especialistas concluyeron que es vital el incremento sostenido en el porcentaje de generación eléctrica proveniente de fuentes limpias (principalmente renovables) hasta llegar a niveles de entre el 35 y el 40% de la generación en 2030, a través de mecanismos claros y estables como las subastas y el mercado eléctrico, e invertir en la renovación de las seis refinerías con que cuenta el país, cuya tecnología es de los años 60s, y cuya operación es muy ineficiente y contaminante.
Plantearon revertir totalmente la deforestación y alcanzar tasas de reforestación positivas, destacando el papel insustituible de los ecosistemas, y que se facilite la creación y acceso a mercados de empresas comunitarias que vivan del aprovechamiento sustentable de los recursos naturales donde habitan. También propusieron implementar una política robusta de transporte público masivo de calidad, y avanzar en el uso de vehículos híbridos y eléctricos, junto con un incremento sustancial en la eficiencia vehicular en general.
La mayor parte de estas medidas, sobre todo en el sector energético, no sólo son benéficas ambientalmente, sino rentables económicamente. La generación con energía solar o eólica es ya más barata que los nuevos ciclos combinados a gas natural, combustible de transición y mucho más limpio y barato que el combustóleo y el diésel, previo a un futuro basado principalmente en fuentes renovables, almacenamiento eléctrico y captura de emisiones de CO2.
También se hizo énfasis en modernizar las líneas de transmisión eléctrica, que permita interconectar la electricidad limpia de los puntos de generación a los puntos de consumo, así como incorporar incentivos fiscales como en otros países, para incentivar la demanda de vehículos híbridos y eléctricos.
En el panel de conclusiones, José Ramón Ardavin, Director Ejecutivo de CESPEDES, señaló la necesidad de contar con políticas públicas coherentes y de largo plazo, y de actuar lo más rápido posible, en virtud de que se estima que el mundo cuenta con once años nada más para alcanzar un punto de inflexión en las emisiones, y mitigar el riesgo de una catástrofe climática y ambiental irreversible y fuera de control.