Ulises Juárez / Energía a Debate
La Secretaría de Energía (Sener) intenta incluir Certificados de Energía Limpia (CEL) correspondientes a centrales legadas –y no solo a nueva generación– en el mercado eléctrico mexicano, al reconocer la capacidad de generación de las 60 hidroeléctricas con las que cuenta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otras fuentes renovables ya amortizadas.
La Sener, a cargo de la secretaria Rocío Nahle García, ingresó el lunes de esta semana a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) el Acuerdo por el que se modifican los Lineamientos que establecen los criterios para el otorgamiento de Certificados de Energías Limpias y los requisitos para su adquisición, publicados en el Diario Oficial de la Federación el 31 de octubre de 2014, para la evaluación de su impacto regulatorio.
Con el expediente número 13/0004/071019, el proyecto de Acuerdo busca que a las centrales eléctricas legadas que generen energía a partir de fuentes limpias y sin importar su antigüedad, como las 60 hidroeléctricas que posee la CFE, se les reconozca también la emisión de dichos certificados.
Asimismo, en la fracción II del apartado 4, de la fracción XI. Requisitos de CEL, en la Sección II Definiciones, se eliminó la condición de presentar un proyecto para aumentar su producción de energía limpia, esto en el caso de centrales eléctricas legadas de generación limpia.
En el apartado de Considerandos, el proyecto de Acuerdo también justifica que la especulación comercial de los Certificados ha causado un incremento en el costo de la energía eléctrica afectando a los usuarios finales, sobre todo domésticos.
“CEL piratas”
Sobre el proyecto, Víctor Ramírez Cabrera, consultor independiente especializado en temas relativos a energías renovables, consideró que las modificaciones propuestas por la Sener conllevan varios riesgos para el funcionamiento del mercado eléctrico mayorista e, incluso, existe una aseveración que no es cierta.
“Con estas reglas cualquier legado, a cualquier hidroeléctricas de las viejas, podría reconocerse esos CEL”, dijo Ramírez a Energía a Debate. Y acotó: “Aquí hay algo importante, a las hidroeléctricas viejas podrían reconocérseles CEL siempre y cuando hubiera una repotenciación y producto de esa repotenciación se generara más energía limpia”.
“(Con) estos nuevos lineamientos lo que están haciendo en realidad es engañarse a sí mismos diciendo que estamos generando más energía limpia cuando en realidad estamos contabilizando lo que ya estaba descontado”, agregó el especialista, quien comentó que por ello podrían llamárseles “CEL piratas” a los certificados derivados de la vieja capacidad legada, ya que no representan inversión nueva.
Otro problema derivado de las modificaciones propuestas por la dependencia federal es que con ello se estarían violando derechos adquiridos por los participantes y ganadores de las tres subastas eléctricas de largo plazo que se han realizado hasta ahora en el país.
“Las empresas que se están instalando después de los lineamientos –publicados el 31 de agosto de 2014– se están instalando con capacidad nueva de generación con la idea de, sí vender su energía, pero también de vender sus CEL”, explicó el especialista.
“Ahora lo que les están diciendo es que sus CEL van a tener el mismo valor que en la inversión previa, que era en condiciones que la misma ley establecía que eran distintas; ahora les van a decir que son las mismas y que el valor de sus CEL se va a ir a cero”, añadió.
Al referirse a los privados que ya cuentan con sus CEL, Ramírez dijo: “Ahora van a competir con empresas que ya estaban instaladas desde antes y va a haber un superávit de CEL que su precio se va a caer, se va a ir a cero. Va a haber una sobreoferta”.
Ante esta situación, Víctor Ramírez previó que podría haber amparos. “Lo que podría suceder, y debería suceder, es que si estos lineamientos proceden, los generadores nuevos, los que sí están invirtiendo para generar CEL, deberían de ampararse en contra de los lineamientos porque se están violando derechos adquiridos”.
“(Son) viejas inversiones, que ya están amortizadas, que ya están operando, que tienen algunas –sin exagerar– más de un siglo operando, les vas a reconocer CEL sin que hayan hecho inversiones nuevas”, agregó.
Una mentira
En el proyecto de Acuerdo también se lee: “Que derivado de la especulación comercial de los Certificados de Energías Limpias, se han generado incrementos en el precio de la energía eléctrica producida por Energía Limpias y como consecuencia se ha generado un aumento en las tarifas eléctricas que afecta la economía de los usuarios finales, principalmente aquellos de tipo doméstico, lo que impacta de manera directa en el poder adquisitivo del salario de las familias mexicanas, principalmente aquellas de escasos recursos”.
Sobre este punto, Víctor Ramírez subrayó la contradicción con las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el pasado 10 de septiembre aseguró que el precio de la electricidad descendió 37 por ciento de diciembre de 2018 a junio de 2019, esto al dar a conocer un fuerte subsidio de 70 mil millones de pesos para 2020.
“Además de esta contradicción evidente, hay ahí una mentira porque el suministrador de servicios básicos, la forma en que adquiere la energía y los servicios conexos es mediante subastas de energía de largo plazo que precisamente separan al mercado del suministro básico. Entonces, son precios acordados en subastas y son los precios más bajos”, aseveró.
Acuerdo de París y T-MEC
El proyecto de Acuerdo que la Sener ingresó el día de ayer a la Conamer, aunado a la cancelación de las subastas eléctricas de largo plazo, también puede llevar a que Mëxico no logre cumplir con sus compromisos asumidos en el Acuerdo de París para el Cambio Climático.
“Tomar de su anterior para cumplir con las CEL es como imprimir más billetes sin generarle más valor a la moneda”, ejemplificó. “No se consideraba dentro de la meta, sino que se daba por descontado que esa cantidad de energía limpia ya se estaba generando y entonces lo que interesaba era una nueva que esa se determina en los CEL”, precisó.
Recordó que las obligaciones de CEL de México son de 5 por ciento para 2018, 5.8 por ciento para 2019, 7.4 por ciento para 2020, 10.9 por ciento para 2021 y 13.9 por ciento para 2022.
Sin embargo, detalló que se considera que con la generación limpia que se tenía anteriormente, más la nueva que ya se lograba con estos CEL –derivada de las subastas eléctricas–, se iba cumpliendo con el total. “No significa que los CEL sean el total del compromiso de París”, agregó.
Asimismo, Víctor Ramírez advirtió que existen riesgos en el T-MEC, la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El Tratado se covertiría en un mercado dispar, ya que los otros firmantes podrían encontrar que sus productos y servicios son más caros que los mexicanos por cumplir con sus compromisos del Acuerdo de París.
“Yo podría tener un costo más alto de mis productos por estar cumpliendo con París, tú no estás cumpliendo con París, (entonces) a ti te impongo un arancel para compensar sus fallas a tus compromisos internacionales”, expuso el analista.