Alfonso Salvador Hernández Partida *
Es de conocimiento público que la nueva Administración Pública Federal tiene como mandato presidencial la preponderancia de las Empresas Productivas del Estado (EPE´s) ante un constante declive de sus finanzas, organización, producción, entre otros problemas que se enfrentan actualmente. 1
En sentido contrario, el sector eléctrico -a nivel inversión privada- ha tenido un crecimiento bastante impresionante 2, siendo ejemplo a nivel mundial los resultados de la Tercera Subasta, cuyos costos lograron los records de 20.57 dólares el megawatt hora 3, volviéndose México un referente internacional en la generación eléctrica mediante energías limpias.
A esto le sumamos el desarrollo de múltiples proyectos en estados que tienen un capital energético bastante considerable –refiriéndome a capital energético como aquel recurso natural explotable, ya sea solar, eólico, entre otros-, como es el caso de Sonora, Tamaulipas, Oaxaca, entre varios más, y que de manera conjunta, las propias entidades federativas por parte de sus novedosas agencias estatales de energía 4, se han encargado de promover y planear la inversión necesaria para lograr los objetivos definidos en los Acuerdos de Paris.
Pero todo lo anterior se tambaleó, cuando el Gobierno Federal el día 3 de diciembre del año pasado, por vía del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), decidió cancelar la Cuarta Subasta de Energía Eléctrica de Largo Plazo, para lo cual la Comisión Reguladora de Energía tenía un avance bastante considerable en las bases de licitación y los correspondientes lineamientos, que subsanaban varios errores de la Secretaría de Energía que se cometieron en subastas anteriores (conforme lo mandata el Transitorio Tercero de la Ley de la Industria Eléctrica).
Entonces nos surge una gran duda
¿Cómo apalancar los grandes proyectos de generación limpia?
Al parecer, y con lo dicho en los foros consultivos para el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 realizados en Tabasco, Campeche y Tamaulipas, el Gobierno Federal va a tratar tanto a PEMEX como a CFE como el nuevo eje energético nacional, sin considerar que, desde la Reforma, ellos son considerados empresas entre las muchas más que hay actualmente, pero que, a diferencia de las demás, son poco eficientes y presentan pérdidas en cada reporte financiero.
En lo particular, CFE tiene el mandato de ley de competir en la industria eléctrica –con excepción de las actividades de Transmisión y Distribución que están reservadas para el Estado-, por lo que, en el caso de querer darle un trato preferencial o un giro no competitivo a la empresa, se estarían violando muchas leyes vigentes que regulan el mercado eléctrico.
Dicho esto, en el foro realizado en Tamaulipas el día 4 de marzo, se le preguntó al Titular de la Unidad de Transición Energética de la SENER, Luis Abelardo González Quijano, sobre si se iban a reanudar las subastas, y a lo cual dijo que no, que no se iban a reanudar las subastas como anteriormente se estaban llevando, que ahora se tendrían subastas cortas -de 6 años aproximadamente-, para que de este modo se pudieran actualizar tanto los costos de la generación como la tecnología utilizada cada cierto tiempo y no como ahorita, que tienen “amarrado” a CFE por 20 años.
Esto da como resultado que ya no se puedan usar a las subastas como los medios idóneos para conseguir financiamiento a los múltiples proyectos de venta de energía limpia, a lo mucho, servirán a los generadores que se encuentran actualmente en operación, teniendo las empresas que hacer el apalancamiento mediante PPA´s de largo plazo y adaptándose a los vaivenes de la nueva regulación que se emita en estos años.
Otro problema que se genera por la cancelación de las subastas como las conocemos y quererlas concentrar a corto plazo sujetas a revisión, es que el legislativo y el ejecutivo tendrán que modificar la actual ley eléctrica, la Ley de la CFE, las Bases de Mercado, manuales, hacer otras bases y procedimientos de licitación, en otras palabras, volver a generar la certidumbre que se necesita, y que, desde un punto de vista bastante crítico, le falta mucho camino a la estrategia planteada, ya que mínimo, en el caso de a LIE y la Ley de la CFE, requerirán cambios por parte del Congreso de la Unión a un nivel de detalle bastante complejo.
A 100 días de un nuevo gobierno en México, todos los sectores sienten la incertidumbre por la falta de políticas públicas, posibles modificaciones a las reglas del juego, rebajas en las calificaciones crediticias, contradicciones entre los principales actores políticos y, principalmente, una pérdida de confianza entre inversores nacionales e internacionales. Creo que es momento de empezar a dar pasos en firme, reales y, sobre todo, fundadas en la ley, porque sobre la ley nada ni nadie.
* Abogado por la UNAM, Especialista en Regulación, Ex asesor de la Comisión Reguladora de Energía, actual Abogado Regulatorio para Acciona Energía.
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Notas:
1/ https://www.reporteindigo.com/reporte/hacia-la-bancarrota/, consultado el 2 de marzo de 2019, 10:38.
2/ https://www.gob.mx/sener/prensa/en-la-tercera-subasta-electrica-mexicana-se-obtuvo-uno-de-los-precios-mas-bajos-internacionalmente-pjc, consultado el 4 de marzo 2019, 14:04.
3/ Ídem.
4/ https://www.gob.mx/conuee/acciones-y-programas/comisiones-estatales-de-energia-estados-y-municipios?state=published, consultado el 4 de marzo de 2019, 16:10.