¿Qué es la energía nuclear? Hold My Atole, que el Operador nuclear nos lo explica
Alfredo García, supervisor de la Central Nuclear de Ascó, en Tarragona, España, nos da el ABC de una planta nuclear, en una entrevista que puede ser entendida por el más y el menos experimentado en el tema.
Hablar de la energía nuclear puede generar reacciones diversas, pero poca gente hay en el mundo tan preparada como Alfredo García, quien tiene licencia de supervisor de reactor en la Central Nuclear de Ascó, en Tarragona, España, para hablar sobre el tema.
Conocido en el mundo virtual como @OperadorNuclear, Alfredo lleva más de 20 años trabajando y mejorando sus conocimientos en Ascó, que tiene dos reactores nucleares. Además, Alfredo tiene una enorme pasión por la divulgación científica. Los botones de muestra son dos de sus libros publicados que llevan por título La energía nuclear salvará al mundo y La geoestrategia de la bombilla.
Pero su historia comenzó como ingeniero en Telecomunicaciones. ¿Cómo dio el brinco? Aquí nos cuenta la historia.
Bernardo del Castillo (BDC): ¿Cómo termina un ingeniero de telecomunicaciones operando una central nuclear del tamaño de Ascó?
Alfredo García (AG): Acabé la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones y lo que hice fue enviar mi currículum a todas las empresas que les podría interesar tener un ingeniero de Telecomunicaciones, empresas de telefonía, bancos y una de ellas fue la central nuclear que hay en la zona de España donde vivo, que es Cataluña, Ascó (Tarragona). Pero tampoco tenía muchas esperanzas, simplemente pensando, qué podría interesarles tener un ingeniero en Telecomunicaciones.
Pasaron dos años y me llamaron por teléfono para decirme que había sido preseleccionado para entrar a la formación de operador de reactor.
La pregunta que les hice es que no sabía qué era un operador de reactor. Me explicaron en qué consistía. Les dije: “Bueno, yo no soy físico nuclear; yo no soy ingeniero nuclear. Soy ingeniero en Telecomunicaciones”.
Me dijeron que no era necesario ser ingeniero específico de nada y que era necesario ser ingeniero con buena base de matemáticas, física, que tengan buen conocimiento técnico, y que sean capaces de aprender toda la formación que le vamos a dar, que son tres años de formación muy estrictos.
BDC: Tres años para la licencia y luego ya no eres operador. Tienes licencia de supervisor.
AG: Sí, pasé la selección, éramos mil candidatos. Fui uno de los cuatro que pasaron la criba y llegué a la formación. Entonces, empecé a estudiar por tres años para obtener la licencia de operador de reactor. La obtuve, estuve un tiempo trabajando como operador de reactor y luego me propusieron estudiar para obtener una licencia de supervisor, que es el jefe de los operadores. Son dos años más, también pasé las pruebas y desde 2004 tengo licencia de supervisor.
BDC: O sea que tienes prácticamente 20 años como operador y como supervisor
AG: Desde 2001 hasta 2022, 21 años, pero hay que descontar prácticamente dos años de la formación de supervisor, pero se puede decir que no soy novato.
BDC: ¿Cómo genera electricidad una planta nuclear?
AG: Lo que hacemos en una central nuclear es generar vapor para mover una turbina. Esa turbina está acoplada a un generador eléctrico y producimos electricidad gracias a ese vapor. Obtenemos el vapor a partir de la fisión del uranio. Tenemos un reactor nuclear donde se produce la fisión y en ese reactor tenemos uranio enriquecido, una mayor proporción de la que está en la naturaleza. En la naturaleza el uranio está en una proporción de 0.72 por ciento, ese es el uranio fisible, y el resto es uranio no fisible, que es el uranio 238. Lo que tenemos que hacer antes de introducir el combustible es aumentar la proporción hasta un cuatro o cinco por ciento, que es el uranio 235, ese es el que fisiona.
¿Qué significa fisionar? Significa romper y, al romper, se genera mucha energía que se libera principalmente en forma de calor, que es lo que calienta el agua y acaba produciendo vapor.
Esas son las reacciones nucleares y eso lo producimos gracias al bombardeo de neutrones, que son una de las partículas que tienen los núcleos de los reactores que, al impactar contra el núcleo de uranio, lo excita y se vuelve inestable y se acaba rompiendo.
Cuando se rompe el núcleo de uranio genera también más neutrones que vuelven a causar más fisiones y es lo que se llama reacción en cadena. De esa manera mantenemos el reactor funcionando hasta dos años sin parar.
BDC: Una reacción en cadena controlada
AG: Exactamente, a diferencia de una bomba atómica, en la que precisamente el objetivo es el contrario, tener una reacción en cadena incontrolada. Mucha gente me pregunta si una central nuclear puede explotar como una bomba atómica. Generalmente también se sorprenden cuando les digo que no existe ningún sistema de seguridad, ningún mecanismo que impida una explosión nuclear. No hay nada que proteja para que no se produzca una explosión nuclear, simplemente porque es físicamente imposible.
“No hay nada que proteja para que no se produzca una explosión nuclear, simplemente porque es físicamente imposible”.
Y eso tiene que ver con el enriquecimiento. En una central nuclear la proporción es de tres a cinco por ciento del uranio 235, mientras que una bomba atómica es de 90 por ciento.
Eso significa que todo el uranio es fisionable, por lo tanto esos neutrones van a encontrar núcleos de uranio 235 en todas partes, por lo cual van a poder fisionar y causar una reacción en cadena incontrolada. Eso no ocurre en una central nuclear.
BDC: Entonces, es verdad que las centrales nucleares no explotan como bomba.
AG: El gran riesgo de un reactor nuclear no es que explote como una bomba atómica, pero hay un problema si no tenemos suficiente refrigeración. En ese momento, lo que tendríamos es un gran calentamiento y es una fusión de núcleo; es decir, llegar a altas temperaturas y que el material estructural del núcleo y del propio uranio, que es óxido de uranio cerámico, pasa de estado sólido a estado líquido y, en ese momento, se produce liberación de material radioactivo. Eso sería similar a lo que pasó en Chernobyl.
En una segunda entrega en este espacio, Alfredo García nos contará sobre las redundancias en las medidas de seguridad que tiene una central nuclear, o en otras palabras, por qué no debemos temerle a este tipo de centrales.
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