La seguridad ante todo: ¿cómo son los sistemas de reacción en una planta nuclear?
En la segunda parte de la entrevista con Alfredo García, el Operador Nuclear desmitifica los riesgos de seguridad en las centrales nucleares que cuentan con sistemas automáticos y redundantes de prevención ante eventuales calentamientos.
En la entrega anterior, Alfredo García nos contó por qué es físicamente imposible que una central nuclear explote como bomba atómica. En esta entrega nos especifica los avances que ha habido en materia de seguridad en la operación de las plantas a más de 11 años del último incidente nuclear, el de la planta de Fukushima, en Japón.
Bernardo del Castillo (BDC): ¿Cuántos sistemas tiene una planta nuclear para no sobrecalentarse?
Alfredo García (AG): Una central nuclear tiene un sistema de refrigeración para el momento que está funcionado a potencia, cuando está funcionando al 100 por ciento de potencia, el sistema tiene que estar refrigerando y extrayendo ese calor que se produce en el reactor. Al mismo tiempo, cuando refrigeramos, extraemos calor y, por lo tanto, lo aprovechamos para generar vapor.
Esos sistemas de refrigeración son convencionales, no son de seguridad; es decir, no están diseñados para proteger al reactor ante un accidente, simplemente para que funcione bien el reactor en condiciones estables.
Si se produce algún tipo de accidente o algún tipo de problema en el reactor, lo que se produce es una parada automática del reactor, SCRAM, en inglés.
También se insertan las barras de control dentro del reactor. Esas barras de control son absorbentes de neutrones y, al absorber neutrones, en ocasiones esos neutrones ya no van a causar nuevas fisiones y, por lo tanto, se detiene la reacción en cadena.
Eso lo hace la planta automáticamente y, además, muy rápidamente. En una central como en la que yo trabajo, esa parada se tiene que hacer en menos de tres segundos.
BDC: ¿El diseño de la planta es intrínsecamente seguro, la planta está diseñada para protegerse sola?
AG: Correcto, está diseñado todo para que, si falla algo, se vaya todo a la posición segura. Por ejemplo, en caso de que haya algún problema, necesitamos que las válvulas que tenemos actúen y están diseñadas para fallar en la posición más segura; es decir, si es una válvula que está diseñada para aislar un circuito, es una válvula que es neumática, está alimentada por aire; si se rompe el tubo de aire, la válvula, por un muelle, se va a ir a la posición que le toca, que es cerrar.
“Está diseñado todo para que, si falla algo, se vaya todo a la posición segura”.
Y si es al revés, si se trata de una bomba que sirve para refrigerar algo, se va a abrir, se va a ir a la posición segura siempre.
BDC: ¿Cuántas señales de alarma tiene la sala de control?
AG: Muchísimas, tenemos más de mil alarmas. Por ejemplo, tenemos más de mil alarmas que se llaman anunciadores. Esos son los sistemas básicos, pero además tenemos sistemas de refrigeración de emergencia que actúan de forma automática cuando falla cualquier cosa. Y en ese momento actuarían también automáticamente. Todos nuestros sistemas son automáticos.
Pero es que además esos sistemas están, como mínimo, duplicados y además son independientes; es decir, que si falla algún componente de un sistema, no afecta a los otros. Y además todos son de 100 por ciento; es decir, cualquiera de ellos independientemente puede hacer el trabajo. Aunque falle uno de ellos, no pasaría nada.
Pero es que, además, después de Fukushima, hemos estado en mejoras de seguridad, que lo que tenemos es sistemas de portátiles autónomos que permiten realizar todas las funciones de seguridad con equipos externos, equipos que están alimentados por motores diésel, que son independientes de la red y que pueden refrigerar el reactor, extraer el calor residual, proporcionar alimentación eléctrica para hacer las operaciones. Todo eso lo tenemos en todas las centrales nucleares y, además, todas son aerotransportables; es decir, que podrían venir de otras centrales nucleares en helicóptero.
Alfredo García todavía tiene más que contarnos. Por ejemplo, ¿qué hacer con los residuos nucleares?, o bien, ¿qué nos genera más exposición a las dosis: un plátano o vivir cerca de una central nuclear? No te pierdas la tercera entrega de esta entrevista.
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