Un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) pide acción inmediata para movilizar un rápido financiamiento masivo, dirigido a alternativas de energía limpia al carbón y con ello garantizar seguridad ambiental, así como transiciones justas, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo.
De acuerdo con el reporte: “Carbón en transiciones netas cero: estrategias para un cambio rápido, seguro y centrado en las personas”, de la AIE, el mundo debe de moverse rápidamente para reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono del carbón y así evitar impactos severos por el cambio climático.
Además, el informe proporciona un análisis de lo que se necesitaría para reducir las emisiones globales de carbón lo suficientemente rápido como para cumplir con los objetivos climáticos internacionales.
Al mismo tiempo de poder apoyar la seguridad energética, el crecimiento económico, y abordar las consecuencias sociales y laborales de los cambios implicados.
Un ejemplo de este cambio es la transición a cero emisiones netas para 2050, lo que le daría al mundo una oportunidad de limitar el calentamiento global al umbral crítico de 1.5 °C.
Escenario de promesas anunciadas (APS) a nivel global
Para poder reducir las emisiones de la energía a carbón en línea con los objetivos climáticos nacionales, según el APS, se requieren alrededor de 6 billones de dólares en inversión hasta 2050.
El estudio de la AIE refiere que de la inversión antes mencionada, el 90% se gasta en generación de bajas emisiones, principalmente de energías renovables.
El resto es usado para el almacenamiento de energía y la ampliación y modernización de las redes eléctricas.
Además, agrega que la condición esencial para las transiciones del carbón en el sector eléctrico, están relacionadas con una rápida ampliación de la infraestructura y la generación de electricidad limpia.
Lo anterior, debido a que una ampliación masiva de fuentes limpias de generación de energía, acompañada de mejoras en la eficiencia energética de todo el sistema, es clave para reducir el uso de carbón como fuente de energía y reducir las emisiones de los activos existentes.
El sector eléctrico, el que requerirá mayor inversión
Al interior del estudio de la AIE, se hace también referencia a las acciones y apoyos que cada país realiza con el fin de acelerar la transición del carbón en las economías de mercados emergentes y en desarrollo.
En este sentido, recordó que de este periodo hasta 2030, las economías de mercados emergentes y en desarrollo requieren una inversión de alrededor de 500 mil millones de dólares para la transición hacia una descarbonización.
La mayor parte de este gasto, indicó, tendrá lugar en el sector eléctrico, donde las tecnologías de energía limpia están probadas y, a menudo, son competitivas.
“Las economías de mercados emergentes y en desarrollo requerirán capital internacional para cubrir alrededor de un tercio de la inversión total en las transiciones del carbón”, señaló.
Por lo anterior, es que consideró que actores públicos internacionales, como los bancos multilaterales de desarrollo, pueden desempeñar un papel catalizador vital en la obtención de fuentes de financiación nacionales y el fomento de la inversión pública nacional en energía limpia.