La falta de Inversión Extranjera Directa en el sector energético mexicano tiene un impacto negativo en el desarrollo del nearshoring, advierte BBVA Research México.
En un análisis, el banco de origen español advirtió que existen tres factores críticos que afectan la atracción de inversiones para la re localización.
El primero de ellos es la inconsistencia de las políticas energéticas de la actual administración, así como la falta de inversión en generación y distribución de electricidad, y el deterioro en la calidad y confiabilidad del servicio eléctrico.
El estudio recordó que la reforma eléctrica de 2013, que introdujo la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y la Ley de la Comisión Federal de Electricidad, transformó el sector al abrir la generación y comercialización de electricidad a la participación privada, manteniendo la transmisión y distribución como actividades exclusivas del Estado.
Esta reforma buscaba crear un mercado más competitivo y eficiente, permitiendo la entrada de múltiples actores en la generación y comercialización de energía.
Entre 2006 y 2023, la IED en el sector energético promedió tres mil 421 millones de dólares anuales, alcanzando su máximo en 2017 con seis mil 796 millones de dólares.
Sin embargo, la inversión ha disminuido drásticamente desde 2019, cayendo 50.1 por ciento en comparación con el período 2013-2017.
Los estados que más han recibido IED en este sector son Aguascalientes, Veracruz y Tamaulipas, representando 15.3, 11.7 y 10.1 por ciento respectivamente de la inversión total en el período de referencia.
El documento señala que la disminución de la IED en el sector energético desde 2019 ha obligado al gobierno a cubrir la inversión necesaria para el crecimiento del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
“Esta situación plantea un reto significativo para el próximo gobierno, que deberá restablecer las condiciones adecuadas para atraer inversión extranjera y maximizar el potencial del nearshoring”, dice BBVA Research México.
Además, menciona que el aumento en la producción industrial tiende a atraer mayor IED en el sector energético con uno o dos años de retraso, lo que a su vez impulsa la producción manufacturera, especialmente en sectores orientados a la exportación.
La falta de inversión en energía no solo afecta la competitividad del sector eléctrico, sino también el atractivo de México como destino para el nearshoring.