La empresa energética Shell México no ha quitado el dedo del renglón en cuanto a su proyecto de instalar puntos de recarga para automóviles eléctricos en sus gasolinerías, aunque reconoce que por el momento todavía falta infraestructura y demanda en el país para lograrlo.
“Para estos proyectos de electromovilidad todavía hace falta más infraestructura, más demanda, pero sí estamos pensando en ello”, dijo Alberto de la Fuente, country manager para México de la empresa anglo-holandesa.
Los proyectos de las también llamadas “electrolineras” bajo la bandera de Shell en el país forman parte de las estrategias que se ha planteado para alcanzar la descarbonización y reducir sus emisiones en sus procesos y en los productos con los que provee a sus clientes.
Entre dichos proyectos, además de la electromovilidad, se encuentran el impulso del gas natural como combustible de transición a una energía más limpia y el desarrollo del hidrógeno verde.
En el marco de la premiación a los primeros tres lugares del certamen Shell LiveWIRE México, celebrado el martes de esta semana, el directivo comentó que en Europa los puntos de recarga para los autos eléctricos son ya una realidad, por lo que confió que más pronto que tarde esto se verá en nuestro país.
“Ese sin duda es el futuro”, expresó. “En Europa es una realidad, tú puedes utilizar las estaciones de Shell y recorrer Europa en las estaciones de Shell cargando electricidad”, agregó al conversar con Energía a Debate.
Por lo pronto, alrededor de 250 estaciones de servicio en el territorio nacional operan bajo la bandera rojiamarilla, pero a nivel mundial ya se cuentan unas 43 mil estaciones.
En 2017, la firma había anunciado que para mediados de 2019 se introducirían en el país las primeras electrolineras o puntos de recarga en las estaciones de servicio existentes; sin embargo, el proyecto está detenido y sigue en análisis.
Hidrógeno verde para el transporte
Alberto de la Fuente también compartió con este medio que uno de los proyectos en los que está trabajando Shell a nivel mundial es la utilización del hidrógeno en la industria del transporte, especialmente marítimo y terrestre pesado de largo trayecto.
“Creemos que su primera aplicación pudiera estar justamente en la industria del transporte por el gran consumo de energía que requiere y porque el hidrógeno al día de hoy, uno de los temas que tenemos que resolver, es justamente el transporte del hidrógeno como tal”, señaló.
En julio de este año, Shell dio a conocer que había tomado la decisión de invertir en el proyecto Holland Hydrogen I, una planta electrolizadora de 200 megawatts (MW) a construirse en el Tweed Maasvlakte, en el Puerto de Rotterdam, Países Bajos.
Considerada como la planta más grande productora de hidrógeno verde, es decir, de hidrógeno obtenido a partir de energía limpia, Holland Hydrogen I tendrá una capacidad de producción de 60 mil kilogramos de hidrógeno al día, luego de su entrada en operación comercial prevista para 2025.
“Estamos lanzando estos proyectos insignia, como el de Rotterdam, pero de ahí con el tiempo vamos a ir generando otros proyectos similares”, expresó De la Fuente.
Con respecto al gas natural, el líder de la empresa destacó su importancia como sustituto del diesel para mover embarcaciones, inclusive que transportan el propio gas licuado (GNL).
“El gas natural licuado lo que nos da es la posibilidad de utilizar un combustible de transición, pero al mismo tiempo, reducir su volumen y ahí ya hemos hecho sociedades no solo en los cargueros que transportan el gas licuado, que ese es la primera aplicación, pero también ya hemos tenido las intervenciones, por ejemplo, en la industria de los cruceros”, refirió.
“Hasta ahora, muchos de ellos siguen utilizando diesel y el convertirlos al GNL sin duda los vuelve mucho más limpios. Creo que es una aplicación inmediata”, agregó.
Subrayó que la transición tomará tiempo y apuntó que, a diferencia del hidrógeno, el GNL ya existe, está probado y ya se produce.
De igual forma recordó que a pesar de ser un energético limpio, al final no deja de ser un hidrocarburo.
“En el largo plazo seguramente el hidrógeno, junto con el sol, el viento, el agua, etc., ese será, o debiera de ser, el futuro”, concluyó.