Petróleos Mexicanos (Pemex) ha recibido apoyos fiscales y en recursos públicos sin transparencia, además de que se le ha fomentado una alta dependencia de las finanzas del país y se prevé que esta situación continuará, coincidieron expertos.
Desde 2013, cuando se creó el régimen especial para Pemex, la empresa ha recibido a la fecha apoyos que suman 2.8 billones de pesos, pero estos recursos se han otorgado con discrecionalidad, comentó Fernanda Ballesteros, gerente en México de Natural Resource Governance Institute (NRGI).
Como referencia, dijo que tan solo para 2025 se le asignaron en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEP) 136 mil millones de pesos, monto que supera los 113 mil millones de pesos que se le redujeron al sector salud con respecto al ejercicio anterior, o es tres veces el presupuesto asignado al sector de medio ambiente.
“Ahí está el costo de oportunidad de los lugares a los que podrían ser destinados también estos recursos”, comentó.
NRGI elaboró a finales del año pasado un reporte sobre los apoyos que ha recibido Pemex por parte del gobierno federal y presentó los resultados esta mañana.
“Pemex atraviesa una situación financiera muy complicada. La deuda elevada cercana a los 100 mil millones de dólares para la cual hay vencimientos por más de 20 mil millones de dólares entre este año y el siguiente, lo cual sugiere la necesidad de refinanciar o realizar una intervención mayor dentro de la compañía”, expuso Alejandro Chanona, consultor de NRGI al exponer el diagnóstico del estudio.
Esta situación, agregó, ha implicado presiones financieras para Pemex, en la forma de intereses, deuda con proveedores, pago de pensiones y falta de liquidez para el desarrollo de proyectos, por mencionar algunas.
Para todo ello, el gobierno federal, especialmente la administración anterior, ha otorgado apoyos, aunque la deuda de la empresa continuará sin ninguna garantía explícita por parte del Estado.
“Los apoyos es un parche, sobre parche sobre otro parche. Lo que existe es un sistema de apoyos ‘adhoc’, hecho a la media de Pemex, con amplia discrecionalidad tanto en la justificación, como en los montos, la periodicidad los recursos que se le asignan a la empresa”, coincidió Chanona.
Además, subrayó en que los apoyos hacia Pemex se otorgan vía decretos presidenciales, totalmente discrecionales, fuera de la planeación del Presupuesto, lo que los convierte, entre otras cosas, en fuente de incertidumbre.
Leyes Secundarias no garantizan certeza ni transparencia
En el seminario, “Apoyos condicionales a Pemex: hacia la sostenibilidad financiera en tiempos de transición energética”, organizado por NRGI para dar a conocer el documento, Roxana Muñoz, vice presidenta senior de Crédito en Moody’s, cuestionó la eficacia de las leyes secundarias en materia de energía que se están proponiendo por parte de esta administración.
Específicamente, la analista se refirió a si la legislación secundaria que está en discusión en el Congreso de la Unión será capaz de garantizar certeza jurídica a las inversiones.
“De las leyes secundarias es ¿qué va a pasar con la inversión, habrá certeza, serán capaces de atraer capital privado para la empresa? Al día de hoy, de las mayores preocupaciones que hay es si de veras habrá inversión, si las leyes secundarias dan suficiente inversión”, expuso.
La nueva Ley de Pemex en su calidad de empresa pública del Estado, plantea entre otras cosas la desaparición de sus empresas subsidiarias, pero mantiene las empresas filiales, las cuales no están sujetas necesariamente a auditorías por parte del Estado ni de la Auditoría Superior de la Federación por encontrarse bajo el régimen de empresas privadas.
Por ello, los especialistas insistieron en la falta de transparencia que habrá en el manejo de los recursos de Pemex ante su nuevo esquema organizacional.
“Con la desaparición de las subsidiarias aumentará la opacidad en transparencia y rendición de cuentas. Se vuelve una caja más negra”, advirtió Ballesteros.
Fluvio Ruiz, analista del sector petrolero y ex consejero independiente de Pemex, matizó en que el asunto de la transparencia no está ligado necesariamente a la organización institucional de Pemex, sino que tiene más qué ver con la voluntad política.
“Las grandes empresas [petroleras] no tienen subsidiarias. Es más vocación del Estado, es independiente de la organización corporativa […] La reintegración [de las subsidiarias] no necesariamente afecta a la transparencia, es la voluntad política desde el gobierno”, expresó.
Recomendaciones
Ante el panorama expuesto, el estudio de NRGI recomienda establecer condicionantes para el otorgamiento de los apoyos del gobierno a Pemex; implementar mecanismos que garanticen un uso responsable, transparente y eficiente de los recursos públicos, y que los mexicanos nos aseguremos que esos recursos se utilicen para fortalecer el desempeño comercial, ambiental y social de esa empresa pública.