Redacción / Energía a Debate
El empresariado mexicano expresó este día su preocupación por la decisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo el mando de Manuel Bartlett Díaz, de iniciar un arbitraje internacional relativo al contrato para la construcción del gasoducto marino conocido como Sur de Texas – Tuxpan, y advirtieron sobre los riesgos en el abasto del energético e, incluso, en la relación comercial con Estados Unidos y Canadá.
Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), hizo saber en una carta pública dirigida al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que la medida tomada por su gobierno de retener la entrada en operación del ducto ya está teniendo afectaciones a los empresarios del país.
“El abasto de gas natural está resultando insuficiente en buena parte del país, lo que está obligando a muchos industriales afiliados a CONCAMIN a reducir o incluso parar operaciones, o pagar altas penalizaciones si requieren continuar”, refirió Cervantes y destacó que la zona más crítica es el Sureste del país, donde se está confirmando a los industriales locales solo entre 0 y 30 por ciento de sus requerimientos energéticos.
Aseguró que el inicio de las operaciones del ducto, previsto para julio, sería una solución a los problemas de abasto y permitirá aumentar la oferta de gas natural en el país hasta en un 40 por ciento. “Entendemos que el ducto está listo y pudiera empezar a fluir el gas el próximo mes. Sólo se requiere que CFE emita la constancia de aceptación del ducto”, agregó el organismo.
Por ello, la CONCAMIN hizo un llamado al Primer Mandatario para girar sus instrucciones con el fin de que se haga lo necesario para que el gasoducto pueda iniciar sus operaciones lo más pronto posible y, en paralelo, llevarse a cabo el arbitraje.
En este último punto, Armando Guadiana Tijerina, presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, coincidió con el organismo empresarial. “Que las diferencias que haya, que las arreglen en el camino, pero tiene que operar lo más pronto posible”, afirmó el legislador por el partido Morena luego del acto de inauguración de la Litoteca Nacional de la Industria de Hidrocarburos, sede Hidalgo, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), también emitieron este día sus posicionamientos con respecto al arbitraje del gasoducto construido y a operar por parte del consorcio formado por las empresas TC Energía (antes TransCanada), Infraestructura Energética Nova (IEnova) e Infraestructura Marina del Golfo (IMG).
“La decisión de detener la puesta en funcionamiento del gasoducto y el inicio del arbitraje, impactan a México, Estados Unidos y Canadá, al tener inversión conjunta en la infraestructura. Estos hechos afectan la relación comercial entre los tres países e inciden en el proceso de aprobación del T-MEC que transcurre actualmente”, expresaron ambos organismos.
Al igual que la CONCAMIN, estas dos agrupaciones empresariales destacaron el riesgo de no llevar gas al sureste de México. “Al día de hoy, industrias del sureste mexicano que requieren del gas natural para su funcionamiento como la petroquímica, se encuentran operando a una capacidad del 65%”, subrayaron.
El lunes de esta semana, la CFE interpuso un arbitraje internacional solicitando la anulación de varias cláusulas del contrato de servicios de transporte de gas del ducto Sur de Texas-Tuxpan, cuya construcción finalizó en este mes de junio.
Las cláusulas motivo del arbitraje se refieren a la responsabilidad de las dos partes (CFE y las tres empresas) ante eventos de “caso fortuito” y “fuerza mayor” que impidieran la conclusión y operación de la obra.
Asimismo, se refieren al reembolso de los pagos por capacidad derivado de los eventos arriba mencionados.