Cada año México genera más de 44 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, pero solo una parte de ellos recibe un destino sustentable, lo que representa una oportunidad para avanzar hacia un modelo circular sustentable, consideró Ecología y Compromiso Empresarial (ECOCE).
Por ello, esa asociación civil, en voz de su directora de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios, Mayra Hernández Navarro, se pronunció por una educación ambiental transversal y por incluirla en las políticas públicas.
“La educación ambiental debe ser sólida, clara y sencilla, incorporándose de manera transversal en la legislación y en las políticas públicas para que su cumplimiento y ejecución por parte de las autoridades sea efectivo y transparente”, dijo durante la Feria Medio Ambiente, organizada por la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados.
Hernández Navarro añadió que la separación adecuada de residuos permite mantener el valor de los materiales, crear mercados de aprovechamiento —incluidos los empaques flexibles— y fomentar un consumo más responsable.
Destacó que utilizar materiales reciclados para la producción de otros envases, empaques o productos consume menos energía que fabricar con materiales vírgenes, lo que se traduce en una menor emisión de gases de efecto invernadero.
“Una legislación ambiental bien estructurada y concisa permitirá que los procesos y servicios sean más factibles y efectivos, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la autonomía del país en materia de gestión ambiental”, expuso ante los miembros de la Comisión presidida por la diputada Alejandra Chedrahui Peralta.
La feria, realizada en colaboración con ECOCE, colocó puntos de acopio en el Palacio Legislativo para recolectar residuos como envases de PET, detergentes, cremas, yogurts, bolsas de botanas, popotes y empaques diversos, a fin de darles un destino responsable e integrarlos nuevamente al ciclo productivo.
“Desde ECOCE reiteramos nuestro compromiso con la política ambiental de México y con la construcción de un futuro más sostenible. Los planes de manejo de residuos no deben verse únicamente como un requisito regulatorio, sino como un motor para la innovación, la inclusión y el desarrollo económico sustentable”, afirmó Hernández Navarro.